
El Congreso Judío Latinoamericano (CJL) organizó en Buenos Aires una reunión de alto nivel con jueces, fiscales, autoridades de las fuerzas de seguridad e inteligencia, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y especialistas internacionales, con el objetivo de analizar los desafíos actuales en la lucha contra el terrorismo y fortalecer la cooperación interinstitucional.
El encuentro se centró en la necesidad de mejorar los mecanismos de articulación entre los distintos organismos del Estado y la sociedad civil ante el crecimiento de amenazas transnacionales vinculadas al extremismo violento y su financiamiento.
Participó el analista Emanuele Ottolenghi, investigador del Foundation for Defense of Democracies (FDD) y especialista en redes de financiamiento del terrorismo y seguridad internacional. En sus intervenciones públicas, Ottolenghi ha señalado que América Latina enfrenta riesgos derivados de la convergencia entre el crimen organizado y estructuras extremistas, especialmente en zonas de frontera y en circuitos financieros poco regulados.
Durante la actividad, los representantes argentinos y los expertos internacionales intercambiaron experiencias sobre marcos legales, cooperación judicial y estrategias preventivas para identificar y desarticular redes de apoyo logístico y financiero al terrorismo.
Danilo Gelman, del Congreso Judío Latinoamericano, resaltó que el “encuentro fue una oportunidad muy valiosa para intercambiar experiencias y fortalecer la articulación entre todos los actores comprometidos con la seguridad y la justicia”.

Gelman agregó: “Enfrentar las amenazas del terrorismo requiere trabajo conjunto, confianza mutua y una mirada común hacia la protección de nuestras democracias”.
El CJL destacó que este tipo de espacios contribuye a consolidar una red regional de cooperación que permita responder de manera coordinada a los riesgos globales. La entidad reafirmó su compromiso con la defensa de la democracia, la justicia y la paz, promoviendo ámbitos de diálogo que fortalezcan la resiliencia institucional frente a amenazas comunes.
El encuentro tuvo lugar en un contexto internacional marcado por el repunte de tensiones en Medio Oriente y por la preocupación de diversos países de América Latina ante posibles conexiones financieras o logísticas de organizaciones extremistas en la región.
En Argentina, la memoria de los atentados contra la Embajada de Israel en 1992 y contra la AMIA en 1994 sigue siendo un punto de referencia para el debate sobre seguridad y cooperación internacional. En ambos casos, las investigaciones judiciales concluyeron que hubo participación de la organización Hezbollah y apoyo logístico del régimen de Irán, según resoluciones judiciales confirmadas por tribunales federales.
El CJL, con sede en Buenos Aires y representación en varios países del continente, viene promoviendo encuentros similares en el ámbito regional, enfocados en reforzar las capacidades de los Estados y la colaboración entre agencias, académicos y organizaciones civiles.
Con esta reunión, el organismo busca consolidar un frente de trabajo conjunto entre América Latina y socios internacionales para enfrentar desafíos comunes en materia de terrorismo, financiamiento ilícito y protección democrática.





