El gobierno local autoriza la mudanza del Consejo Escolar, un órgano que depende de la Provincia de Buenos Aires. El nuevo inmueble abonado (cerca de 1400 millones de pesos) con Fondo Educativo, es el primero de los CUATRO que están planificados en alguna parte pero, como gragea, el mapa se puede ver.

Todo el proceso que lleva casi cinco años presenta tres puntos demostrables.
El primero, Mariel Fernández avanzó sobre el terreno que fue custodiado y cuidado durante más de una década por la Universidad y al usurparlo ningún actor político, gobierno nacional o provincial, emitió señal de repudio, condena o rechazo. Pasó Alberto Fernández y llegó Javier Milei; está Kicillof en su segundo mandato en la Provincia, y nadie asumió un compromiso público y real en defensa de la Universidad Nacional de Moreno, la «innombrable».
El segundo aspecto: la construcción de un conjunto de oficinas en desmedro de un establecimiento para 1800 alumnos /as de Moreno. Ese debate jamás tomó vuelo. Solo la UNM enfrenta un ataque del gobierno local que contó y cuenta con silencios y acciones, provinciales y nacionales, que validan la voluntad de la Alcaldesa.
El tercero: la justicia federal amasa los tiempos; rechazó las cautelares y aún no abrió la presentación a pruebas que debería conducir a resolver la cuestión de fondo, si la tierra es de Nación o le pertenece al Municipio. En el mientras tanto La Capitana de Moreno quiere construir más y más.
El Consejo Superior de la Universidad de Moreno, es decir, el gobierno y comunidad universitaria, produce una conferencia de prensa. Fueron once (11) integrantes de ese órgano que aportaron su voz, una declaración de capacidad política que inicia el Rector, se despliega por claustros, Departamentos, y culmina con la certeza sobre el proceso de germinación que sigue su marcha… el mañana será de la Universidad: