A 7 años de la dolorosa muerte de Eugenia «Geñi» Laprida, hija de María Eugenia Fernández Rousse, una de las Trillizas de Oro, la famosa actriz, cantante y conductora de 64 años recordó este triste aniversario en sus redes.
Vale recordar que Geñi murió a sus jóvenes 34 años, víctima de un cáncer de mama. Y como cada año, la fecha no pasó desapercibida para su madre, quien recurrió a la cuenta oficial de Instagram que comparte con sus hermanas, para expresar, una vez más, el inmenso vacío que su ausencia dejó y el amor que, a pesar del tiempo, sigue intacto y vibrante.

«Hace 7 años que te fuiste, pero estas en Cesitar y en Cala… Y ahora tambien en tus sobrinos», escribió María Eugenia en la cuenta oficial de Instagram de las Trillizas de Oro.
«Increíble. No hay ni un día en que no te piense, te hable, te recuerde, te extrañe«, añadió la hermana de María Laura y María Emilia. Y añadió en otra línea de ese desgarrador posteo en el que incluyó una foto de Geñi: «Tu ausencia algunas veces duele, y mucho, pero estas siempre dentro de mí».
«Seguí cuidándonos», agregó junto a un corazón verde. Y, por último, agradeció la fotografía: «Gracias Male por la foto. Un lindo recuerdo».
Este posteo se convirtió en un abrazo al alma para miles de seguidores. Un mensaje que, escrito desde lo más profundo de su corazón, reflejó la lucha diaria contra la pérdida y la certeza de una conexión que trasciende la vida.

Con estas palabras, la artista reveló cómo la vida de Geñi perdura a través de sus hijos, Cesitar y Cala, y ahora también en la nueva generación familiar, sus sobrinos. Una forma conmovedora de señalar que el legado de Geñi sigue vivo, no solo en la memoria, sino en la presencia tangible de aquellos que la amaron.

La temprana y dolorosa muerte de Geñi Laprida
Geñi Laprida falleció en 2018 a los 34 años luego de enfrentar una dura enfermedad. Había sido diagnosticada con cáncer de mama, pero con el tiempo la enfermedad avanzó y afectó otras partes de su cuerpo.
A pesar de los tratamientos, el cuadro se volvió irreversible, y su partida generó un profundo impacto en su familia y en quienes la conocieron.
Lejos del ambiente mediático en el que crecieron su madre y sus tías, Geñi eligió una vida más ligada al arte y la docencia. Se había formado en artes visuales y era reconocida por sus obras, muchas de ellas inspiradas en su amor por los caballos.
Estaba casada con un arquitecto y era madre de dos hijos pequeños, con quienes compartía su vida cotidiana y a quienes dejó como legado su sensibilidad y su mirada artística.
Su muerte dejó una marca imborrable en su familia, especialmente en su madre, que desde entonces recuerda a Geñi en fechas especiales y mantiene vivo su recuerdo en el ámbito íntimo y también en redes sociales. A siete años de su partida, el entorno más cercano continúa rindiéndole homenajes con imágenes y palabras que reflejan el amor, la admiración y la profunda ausencia que dejó su pérdida.