“Cuando me presenté, le dije que era un negrito de Isidro Casanova. Estuve una hora y media con él. Se rió mucho y ahí fue cuando le regalé la camiseta”. El recuerdo de José Aguilera, el socio vitalicio de Almirante Brown que le regaló una remera aurinegra al Papa Francisco, todavía sigue estremeciendo.
Allá por septiembre de 2015, este hincha fanático del Mirasol viajó al Vaticano y logró reunirse con el Sumo Pontífice e inmortalizar con una foto el momento inolvidable del manto aurinegro en manos sagradas.
“Lo hice para la unidad de Almirante Brown. Si esa camiseta puede significar o lograr eso, ya estaré hecho en mi vida. El Papa me la quiso firmar para dármela, pero le dije que era para él”, confesó Aguilera.
Vinculado también al sindicato de SMATA, el simpatizante matancero contó en aquel momento que “la visita al Papa me dio una sensibilidad tremenda. Me emocioné mucho. Soy un simple laburante y, por eso, para un trabajador como yo, es como tocar el cielo con las manos”.
Por estos días, la consternación mundial por el fallecimiento del Papa es infinita. Su imagen y legado seguirán presentes en los fieles católicos. Como lo están hoy en día en la sede de Almirante Brown y en la Ciudad Deportiva, donde la foto de Francisco con la camiseta del Mirasol les da la bienvenida a todos los hinchas.