Hay recuerdos que quedan grabados en la memoria como una cicatriz que no se borra más. Para Flor Peña, uno de esos momentos es la internación de su hijo Juan Otero cuando él tenía poco más de un año.
El relato surge en medio de la entrevista cruzada que madre e hijo dieron en exclusiva para revista GENTE. Una charla fluida, marcada por las risas y la complicidad del dúo, hasta que aparece ese instante donde la voz se vuelve más suave, tras la pregunta del hijo del medio: «¿Cuál es el recuerdo más marcado que tenés conmigo desde que llegué a tu vida?«
Flor Peña habló del día en que sintió que podía perder a su hijo Juan Otero: «Eras muy chiquito»
“Te tuvimos que internar porque no te entraba el aire”, cuenta con la serenidad de quien ya atravesó el miedo, pero no lo olvida. “Eras muy chiquitito. Estabas en una cama gigante, lleno de cables. Llegamos a la guardia porque ya venías con problemas respiratorios… y el médico dijo: ‘Este chico no está respirando bien, hay que internarlo’”.
La escena la sigue impresionando. No dramatiza, no exagera: recuerda.
Para Juan, que hoy tiene 17 años, ese episodio es un relato heredado. “Claro”, responde él, acompañando más desde la escucha que desde la memoria. Pero Flor sí lo vio todo: la fragilidad, la desprotección, el miedo.

“Verte así, tan chiquito… querer que nunca te pase nada. Ese momento me marcó”, reconoce la protagonista de Pretty Woman en calle Corrientes.
Sin embargo, lo que podría haberse quedado sólo en susto se transformó también en una clave de su vínculo. Flor lo dice sin buscar efecto: “Creo que ahí entendí lo que era el miedo real. El miedo de madre. Y también entendí lo fuerte que eras vos”.
La lección que Juan Otero le dejó a su madre desde chico
No obstante, la historia no termina en la cama de hospital. La vida siguió, y Juan Otero, como cuenta entre risas, se quebró varias veces jugando, subiendo, bajando, avanzando sin detenerse por nada.
«Me quebré las cuatro extremidades. Me acuerdo que cuando me quebré la pierna era un mes de que no podía ni siquiera tocar el piso y no me importó. Toqué el piso, tuve que tener dos meses más el yeso y no paraba, pero yo seguía la vida feliz igual«, recuerda con detalle.

Flor Peña lo mira con orgullo genuino: “Tu tenacidad es algo que admiro profundamente. A vos te dicen ‘no’ y vos decís ‘dejame ver’. En eso yo no soy como vos. Yo soy más a la antigua en eso. Ponele, como que me decís que no y bueno, capaz no. Vos sos un atrevido, te merecés el premio al atrevido de la vida.”
Fotos: Chris Beliera





