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sábado, octubre 4, 2025

El diablo se vistió de Dolce & Gabbana: Valentina Zenere brilló en la primera fila con Meryl Streep, para una escena de película que resignificó el «formal streetwear»

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Miranda Priestly dando su visto bueno en la primera fila fue una película adentro de una película. La front row del desfile de Dolce & Gabbana resultó más que ver el spoiler de la segunda parte de El diablo se viste a la moda. Porque no sólo Meryl Streep se encontró con la eterna editora de Vogue en quien se inspiró en el film –Anna Wintour, fundiéndose en un abrazo de lo más fotografiado, claro–: la pasarela social fue una reunión estelar de verdaderos invitados «lista A».

Y allí, nada menos que a dos asientos de la prestigiosa actriz que entró última y encegueció con su trench de vinilo color nude y lentes de sol al tono, fue el lugar elegido para que Valentina Zenere (28), nuestro crédito argentino, disfrutara de la colección Spring/Summer 2026, bautizada PJ Obsession, en la Milan Fashion Week.

Los nombres alrededor de la protagonista de En el barro, Elite y Nahir estuvieron a la altura de una elección que combinó luminarias con nuevas figuras, entremezclando a Stanley Tucci con Simone Ashley, Naomi Campbell con Sasha Meneghel (la hija de Xuxa) y Andrés Baida con Kitty Spencer (la sobrina de Lady Di). A ellos se sumaron Michele Morrone y Gavin Casalegno –entre quienes quedó la argentina–, Achille Lauro, Celeste Dalla Porta, Clara McGregor y Mun Kayoung.

A dos asientos de Miranda Priestly en la primera fila de Dolce & Gabbana, Zenere siendo testigo de lo que los medios llamaron «presencia legendaria». Como diría la editora de ficción: «Millones de chicas matarían por ese puesto”.

La comentada «reacción» de Valentina Zenere y el storytelling del momento fashion más viral

Cuando decimos que fue un momento de inception fashion es literal: Streep se sentó en la primera fila como lo haría la editora de la revista Runway que encarna en el film: acudió junto al director de arte de la revista, Nigel Kipling, personificado por Stanley Tucci. Mientras las redes estallaron preguntándose si se trataba de una escena de la película, los usuarios hicieron eco de la presencia de Zenere en un evento de alta gama que sirvió moda, historia y cultura pop.

«De estar en cana con Maria Becerra a terminar en un desfile con Mery Streep», «O sea, ¿Valentina Zenere está de doble en el Diablo se viste a la moda 2, «¡Tenés semejante eminencia al lado tuyo! Después de los tres infartos seguidos que me dan me tiro al piso y que me usen de alfombra» y “El nivel de Valentina Zenere sentada con Gavin Casalegno y Miranda Priestly» fueron algunas de las reacciones en X (exTwitter) que convirtieron a la también modelo en Tendencia.

Poco después se develó el misterio: la oficina de prensa de Dolce & Gabbana confirmó que la escena fue filmada para incluirla en la secuela, que se está filmando en Milán. Los fans de la película seguramente entienden más que nadie el guiño al recordar al personaje de Anne Hathaway –la inocente Andy Sachs, asistente de Miranda– preguntando: «¿Puedes deletrear ‘Gabbana’?».

Una vista más amplia de la front row en la que Zenere compartió asientos estelares con otras figuras como Kitty Spencer (la sobrina de Lady Di) y Naomi Campbell. Enfrente tenía a la icónica Anna Wintour, que protagonizó el encuentro fashion de la década con Meryl Streep, primero pasarela de por medio, y luego en un histórico cara a cara.

«Diganme que vieron lo que acaba de pasar!!!!», posteó Valentina en Twitter, haciendo referencia al momento cumbre del que fue protagonista. Poco después, intercambió mensajes con algunas usuarias e hizo saber cómo fue la experiencia. «Chicas, al lado mío… casi lloro», dijo sin vueltas. Y cuando quisieron profundizar, respondió cuál fue su estrategia ante lo surreal de la cuestión: «Manteniendo la compostura». A la hora de referirse a Streep, Zenere la definió así: «Capa máxima de la vida, no hay mejor que ella».

El estilismo más killer de Valentina Zenere

El look elegido para la front row de D&G la dejó en lo más alto. Nada de superproducción o exageraciones. La actriz apeló a un estilismo en tendencia, propio del formal streetwear, combinando sofisticación y comodidad en partes iguales. Un vestido de red, bucaneras súper ponibles de taco bajo y estilo borcegos (eso de aguantar zapatos incaminables parece haber quedado en el pasado), minibag y joyería discreta (a excepción de un vistoso crucifijo, accesorio que recuerda a la Madonna más erótica).

El total look de Valentina Zenere en el desfile de D&G.

Pero por supuesto se trataba de un total look de la firma italiana. El «vestido mini de manga larga con panel de encaje negro» cuesta casi 7.000 dólares, y el modo de vestirlo fue calcado al estilismo original, inclusive con las mismas botas. El único detalle que dejó afuera fue el de usar medias un poco más altas, que trepan los muslos por arriba de las bucaneras.

El responsable de ayudar a Valentina a armar looks tan icónicos y precisos es Dav Martens, el estilista (además de partner in crime de un importante abanico de celebs) que acaba de hacer hablar a todos con el estilismo de Emilia Mernes en los Premios Juventud. David Martínez (ése su nombre real) es un reconocido vestuarista español que también viste para giras y eventos a figuras como Tini, Nicki Nicole y Ana Mena.

El estilismo con el que la firma italiana ofrece en línea el vestido elegido por Dav Martens para Zenere.

Formal streetwear: qué significa y cómo se lleva la tendencia

¿Sastrería elegante o haute couture mixeadas con el estilo urbano? ¡Claro que sí! Cada vez más lo vemos más en las alfombras rojas y en las galas más top: descubrimos las claves de un código de vestimenta que aman con locura los estilistas de Hollywood. Para vestir apropiadamente en las galas más top ya no hace falta encajar de modo estricto en el dresscode de la Haute Couture. No es que las capas eternas, la pedrería artesanal que les llevó horas a las más dedicadas costureras o que el vestido sea «de fiesta» alcanzan. 

El «quién es quién» de Vogue Magazine en su Tik Tok retratando un seating histórico. Sí, la ficción se camufló de realidad.

Si recorremos con pericia estética las últimas alfombras rojas se nos hace patente. Hasta los diseñadores más encumbrados ahora prefieren sorprendernos combinando la elegancia con la soltura del estilo urbano. Si hasta hace algunos años el dilema era elegir entre vestirse para impresionar o para sentirse cómodo, hoy la respuesta es simple: ambas cosas a la vez.

De esa idea nace el formal streetwear, tendencia que ya vemos vemos en celebs e influencers, quienes pueden llegar a usar un vestido de cocktail con una campera bomber y pantuflas peludas. Por esto también, si bien la propuesta de la transparencia era un tanto jugada, el equilibrio de estar fashionista pero cómodamente calzada fue un hit en la elección para Zenere. 

Hay momentos icónicos… y más que icónicos

El encuentro entre Meryl Streep y Anna Wintour no fue una mera casualidad de alfombra roja: además de ser un verdadera escena de película que pudimos ver en vivo, fue el choque simbólico entre la ficción que imitó la realidad y la realidad que se rinde ante la ficción. En los titulares se leyó que Streep, vestida como Miranda Priestly para escenas del rodaje de The Devil Wears Prada 2, se sentó frente a Wintour en el desfile, lo que generó un frenesí mediático casi instantáneo. 

Primero, lo viral: en redes sociales circularon videos donde se ve a Wintour saludar con una mezcla de sorpresa sonriente, mientras Streep, en su papel, responde con halagos inesperados. Muchos usuarios comentaron que fue “el momento meta” definitivo: la editora que inspiró al personaje se encuentra frente a su criatura más famosa. Hashtags como #PriestlyMeetsWintour impulsaron el clip a decenas de miles de reproducciones en pocas horas. Pero hay datos sólidos detrás del espectáculo. 

Colapso de posibilidades. El histórico saludo entre «las reinas de la moda», Anna Wintour, eterna editora de Vogue, y Meryl Streep, su alterego en Devils wear Prada (El diablo se viste a la moda).

El desfile que sirvió de escenario fue el de la colección primavera-verano 2026 de Dolce & Gabbana, con una apuesta fuerte por lencería, piezas tipo pijama y texturas oníricas que desdibujan los límites entre ropa íntima y moda de pasarela. En ese contexto, Streep apareció con un atuendo que evocaba fielmente a Miranda Priestly. Tras el desfile, Streep fue escoltada al backstage mientras el público aprovechaba para capturar el momento histórico. Luego llegaría la imagen posada que se ve aquí arriba: la moda después de la moda, y a muy poco de que Wintour haya «entregado el trono».

Escenas finales del show en que la firma italiana presentó su colección PJ Obsession, una fusión entre la precisión masculina y la seducción femenina, según contaron Domenico Dolce y Stefano Gabbana.

Fotos: Redes sociales, Fotonoticias y Pinterest

Redacción

Fuente: Leer artículo original

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