La cefalea, comúnmente conocida como dolor de cabeza, es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), su prevalencia mundial en los adultos es de aproximadamente 50 por ciento y entre la mitad y las tres cuartas partes de las personas de entre 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año.
Según Hugo Fernán Milione, médico especialista en Clínica Médica, y profesor de las carreras de Medicina de la UNLaM y de la UBA y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina, cada dolor de cabeza tiene su particularidad. “De acuerdo a sus características, podemos asustarnos en mayor o menor medida. La única forma inicial que tenemos de diferenciar el tipo de dolor es a través de la consulta médica con un especialista clínico. Somos quienes podemos diferenciar un dolor de cabeza benigno de uno maligno”, explicó en diálogo con Radio Universidad.
La migraña: el dolor de cabeza que más preocupa a los pacientes
En este sentido, indicó que la cefalea que más temor genera entre los pacientes es la migraña, un dolor con características particulares que, al transitarla por primera vez, genera preocupación. “La única forma de diagnosticarla es a través del relato de los pacientes ya que no requiere de estudios complementarios”, aseguró.
Si bien en cada persona puede ser diferente y existen distintos subtipos de dolor, la migraña se caracteriza por un dolor intenso en una parte de la cabeza por detrás o encima de los ojos, acompañado por nauseas, vómitos y molestias con respecto a la luz.
“Suele extenderse entre 24 y 48 horas, y se trata de un dolor invalidante porque quien lo padece no puede hacer absolutamente nada más que acostarse en un lugar oscuro donde no moleste la luz. Es un dolor muy rebelde porque, a pesar de los avances en los tratamientos, lamentablemente no existe uno que sea ciento por ciento efectivo para eliminarlo”, expresó.
No obstante, el dolor de cabeza más frecuente se denomina cefalea tensional, asociada a las distintas circunstancias de la vida por las que el paciente pueda estar pasando. “A pesar de los analgésicos de venta libre, el diagnóstico lo debe hacer un médico para evitar efectos colaterales y aplicar el tratamiento correspondiente”, recordó.
Cefaleas: signos de alarma
Según Milione, tener un primer episodio de dolor de cabeza intenso después de los 50 años es una señal de alerta para consultar con los especialistas. Asimismo, si el paciente mide la molestia con un nueve en una escala que va del cero al diez, el malestar no se considera benigno ya que puede deberse a un déficit neurológico.
“En estos casos, las causas más frecuentes pueden ser un accidente cerebrovascular hemorrágico que, a su vez, puede ser el inicio de un tumor cerebral. De todas maneras, sin importar la edad, siempre hay que consultar con el médico ante el primero dolor de cabeza”, destacó.
El uso de las pantallas y su relación con los dolores de cabeza
El especialista confirmó que el uso constante de las pantallas puede ser un factor concomitante y disparador de una cefalea. “El hecho de mirarlas con el mentón para abajo hace que se hiperextienda la columna y, con el tiempo, desarrolla una cefalea tensional. Es por esto que se recomienda que la pantalla esté a la altura de los ojos”, compartió.
Por último, aseguró que la silla es otro factor ergonómico y recomendó apoyar toda la espalda en el respaldo, que no debe ser muy corto ni muy alto. “Todos estos factores previenen el dolor de cabeza y las malas posturas”, confirmó.