Una niña de 14 años murió tras sufrir un edema cerebral debido a una enfermedad respiratoria en un hospital en Durango, México. Sin embargo, su padre denunció que su hija fue sometida a una cirugia estetica de implantes mamarios sin su consentimiento y ahora exige justicia tras iniciarse una investigación.
Paloma Nicole Arellano Escobedo murió el sábado 20 de septiembre, una semana después de la supuesta cirugía. Según relató su padre, Paloma asitió a la Clínica de Fatima luego de sentirse mal en la escuela. Un examen médico dio positivo por Covid-19.
«Me comenta la mamá de mi niña que se la va a llevar a la sierra al día siguiente, que van a estar ahí alrededor de cuatro días, por si le marco que no me asuste, que no pasa nada, que está bien. Yo me quedo con esa idea de que la niña está en la sierra», contó Carlos Arellano al Canal 12 de Durango.

Tras comunicarse por teléfono el lunes, la madre le dijo que Paloma «está muy grave» y se encuentra internada en el hospital Santa María. Al llegar, Arellano encontró que su hija estaba entubada en un coma inducido debido a que tuvo un paro respiratorio.
«Yo me quedé con esa versión, la verdad no sabía más. Ya estaba entubada, estaba inducida en coma. No hubo forma de hablar con ella», relató, y agregó que al pasar los días Paloma «sufría mucho» debido a que le sacaban los residuos de flemas «y le lastimaba mucho».
Padre denuncia cirugía estética no consentida tras muerte de su hija en Durango
Según contó, en dos ocasiones Paloma sufrió espamos. Los médicos introdujeron sondas por su tráquea para extraer la mucosidad que le dificultaba el respirar. Tras detectar mejoras en sus signos vitales, deciden desentubarla, pero en la noche del viernes «se puso muy malita otra vez».
Un electrocardiograma reveló muerte cerebral y los médicos le indicaron a Arellano que Paloma «ya no iba a despertar», por lo que decidieron desconectarle el soporte vital. Ahí es cuando Arellano descubrió por primera vez que su hija tenía un corpiño quirúrgico.

«Se me hizo muy raro porque no tendría por qué tenerlo. No comenté nada el momento, pues la situación no se podía», contó Arrellano, a la par que relató que tras la muerte de su hija el hospital le entregó el certificado de defunción. «No sé cómo lo hicieron tan rápido. En dos minutos lo hicieron. Ya lo tenían», dijo.
Durante el velatorio, Arellano contó a su familia que había «algo raro con el corpiño». Juntos deciden despejar la sala velatorio y abrir el cajón. Allí, descubrieron que Paloma tenía implantes mamarios y cicatrices debajo de sus pechos.
«La cerramos, no dijimos nada. Opté por venir a fiscalía, levantar la denuncia y solicitar la necropsia de ley, que es lo que estamos esperando», dijo Arellano, quien sospecha que la mamá de Paloma y su pareja actual hayan sido los responsables de someterla a la cirugia. Ambos trabajan en el hospital donde murió la menor.

«Yo quiero justicia por mi niña, no quiero que queden así las cosas. Toda mi familia me está apoyando. Quiero que se sepa la verdad y que caiga quien tenga que caer», dijo.
Según informó el medio Need To Know, la fiscalia comenzó una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte de Paloma.