Rocío Marengo volvió a ser noticia, pero esta vez no por su faceta artística sino por el fuerte y extendido descargo que realizó en sus redes sociales. La modelo, actriz y conductora, que espera a su primer hijo con Eduardo Fort —con quien lleva 11 años de relación— habló sin filtros sobre la violencia mediática que enfrentan las mujeres que atraviesan tratamientos de fertilidad.
La futura mamá primeriza, que dará a luz a mediados de enero del próximo año, no ocultó su dolor al recordar lo difícil que fue para ella el proceso. Su enojo apuntó directamente a los medios y periodistas que, según denunció, invadieron su intimidad en momentos de extrema vulnerabilidad.
“Acabo de leer una noticia que me dolió y me atravesó. Me llevó a pensar en lo mal que lo pasé por momentos en el tratamiento y no necesariamente por lo que yo tenía que atravesar, que es la medicación, que es la piña en la cara cuando sale negativo, no, es por algo externo. Es que alguien de afuera te haga daño en un momento que es lo peor que me pasó cuando tenía que estar con esa incertidumbre y que la estás pasando como el orto», comenzó diciendo en sus historias de Instagram.
«¿Hay que bancar que la tele te juzgue, se meta en tu intimidad, que nadie sabe? Solo un matrimonio, una familia sabe lo que está pasando. Las cosas que yo escuché y por eso a veces el dolor que yo tengo con problemas recontra puntuales que han dicho cosas de mal gusto y no las perdoné, no las voy a perdonar”, expresó Marengo en un primer video.

A continuación, agregó sobre una placa que circulaba: “La fertilidad o infertilidad es de la pareja!!!! No podemos permitir que alguien se adelante a contar cosas tan íntimas! Porque además de pasar lo que pasamos tenemos que bancar los comentarios que solo pueden hacer DAÑO! Eso no es primicia, eso es violencia!”.
Solidaridad con otras mujeres
En otra de sus historias, Rocío se mostró empática con quienes atraviesan este proceso: “Me solidarizo con esas mujeres que atraviesan un tratamiento de fertilidad y son víctimas de la violencia, de esas preguntas desafortunadas, esos comentarios desafortunados. Eso es violencia. Eso es una piña a una futura mamá en la cara. No es más que eso. No lo dibujen como que es una primicia: no hacés más que dañar a un matrimonio que está en la lucha, que puede ser de dos meses o puede ser de 14 años, no nos podemos meter en algo así, o sea, no, no”.
En otro momento, la actriz insistió: “Perdón pero no quería dejarlo pasar. Creo que las chicas desmintieron estar en tratamiento. Pero igual me acuerdo de las cosas que se dijeron sin mi autorización y por eso es que reacciono así. Hoy embarazada y feliz NO quiero que ninguna mujer más pase por lo que yo pasé”.

La privacidad como bandera
Marengo también reflexionó sobre el impacto de las informaciones mediáticas en los futuros hijos: “Ustedes saben y si no saben algunos periodistas, les cuento, hay muchas chicas y muchos matrimonios, parejas que hacen tratamientos de fertilidad y recién le cuentan a sus hijos cuando son grandes que fueron buscados a través de un tratamiento de fertilidad, ‘in vitro’. Digo, ¿por qué un niñito a los 10 años tiene que googlear que hoy están todos con la compu y enterarse por la tele, digamos, por la prensa del tratamiento que hicieron sus padres cuando él estaba en proyecto? No tomaron conciencia, no toman conciencia, no empatizan porque no la vivieron. No la vivieron. Es eso”.
Los destinatarios de su enojo
En uno de los tramos más duros de su descargo, Marengo apuntó contra algunos comunicadores: “Porque los periodistas te ensucian y hablo de algunos claramente, ¿no? Claramente soy del medio, amo a los periodistas, pero hay dos o tres que no tienen códigos, que no entienden, básicamente no entienden y no empatizan y que le da lo mismo decir las cosas».
«Obligan a uno que no quiere abrir la puerta a ciertos temas, diciendo una cosa, y uno tiene que salir a decir si sí o si no. Entonces, te obligan a hablar cuando no querés hablar. Es eso justamente lo que a mí me hizo calentar con los programas, con algunos puntuales que se hacen los desentendidos», añadió en su cuenta de Instagram.
Y sumó: «‘No sé por qué Rocío está enojada’. Estoy enojada porque hablaste mierdas de mí y yo me la tuve que fumar porque no podía salir a decirte lo contrario, porque claramente yo no quería hablar y por eso estoy caliente. Por eso estoy caliente, Karina Mazzocco, vos y muchos de tu equipo que hablan con una maldad y una poca empatía terrible”.
Luego añadió: “En este caso, tengo entendido, fue otra chica que habló de los tratamientos de fertilidad, pero porque no hay un límite y porque siempre se van corriendo un poquito más y van un poquito más, un poquito más. Entonces, ojalá esas chicas que vincularon a estos tratamientos que supuestamente están haciendo tratamiento de fertilidades, no le digan ni que sí ni que no, porque es lo que buscan”.

El cierre de su descargo
Por último, Marengo apeló a la responsabilidad de la prensa: “Y si sos periodista y no podés empatizar con esa mujer, porque hablás desde el odio, el resentimiento, el fracaso, la envidia, hacelo por esos bebés que vienen en camino».
«Yo no sé, hablemos de los derechos del niño, a ver si corresponde que se metan en algo que puede ser parte de su crianza, en su futuro, si les puede afectar. Tiene que haber algo ahí. Quizás hay gente entendida que pueda hablar del tema. Yo lo hablo como una mamá, que ya tengo mi bebé, que atravesé por esto, me costó, me dolió y hoy quiero ser la cara de esas mujeres que están atravesando esta agresión y esta violencia. No lo merecemos. Te la dejo picando”.
El descargo se viralizó de inmediato y abrió un debate sobre los límites de la información en torno a temas tan sensibles como la fertilidad. Rocío, desde su experiencia, pidió frenar con la violencia y exigió mayor empatía en los medios.