Hasta 2019 fue la avenida comercial más cara de España. Tras el descalabro de la pandemia bajó posiciones, pero el Portal de l’Àngel de Barcelona sigue manteniéndose en el podium, solo por detrás de la calle Serrano de Madrid y del paseo de Gràcia. Sin embargo, en esta calle comercial por excelencia permanece cerrado desde hace más de un año y a la espera de la licencia de obras el majestuoso edificio que hasta el verano pasado alojó El Corte Inglés y antes, Galerías Preciados y Can Jorba. Las pintadas en las persianas de los escaparates, junto a los que se cobijan a menudo personas sin techo, contrastan con la actividad que respira el resto de la calle, ahora en obras.
La inmobiliaria holandesa Redevco y JV Ares, adquirieron el edificio en 2022, aunque no fue hasta agosto del año pasado cuando El Corte Inglés abandonó definitivamente el espacio. Desde entonces Can Jorba permanece vacío y sin actividad. La propiedad, que anunció una inversión de 200 millones para la compra y obras, explica que está a la espera de la licencia que dé luz verde a la reforma del bloque, de 18.000 m2. La planta sótano, la de ras de calle y el primer piso se destinarán a uso comercial (7.500 m2) y se distribuirán en tres locales. Dos de ellos ya están comprometidos, aunque no ha trascendido quién los ocupará. Las plantas superiores (10.500 m2) acogerán oficinas. El calendario anunciado inicialmente suponía comenzar los trabajos este 2025 y entregar los locales comerciales a lo largo de 2026 para que pudieran abrir a finales de ese mismo año. Pero aquel calendario ha saltado por los aires.
Esta es la imagen actual de la entrada principal del edificio
Àlex García
Desde que el Corte Inglés bajó la persiana, el edificio, en pleno Portal de l’Àngel, lleva catorce meses cerrado
Fuentes municipales mantienen que el proceso administrativo sigue su curso, que la licencia entró en el Ayuntamiento en octubre del año pasado y que se encuentra en la última fase de tramitación. Al parecer, ahora la pelota está en el campo contrario y el Ayuntamiento está a la espera de que la propiedad haga las modificaciones del proyecto requeridas por los técnicos.
Al tratarse de un edificio tan emblemático, el escrutinio está siendo “muy exhaustivo”, alega la propiedad, que reconoce que el Ayuntamiento está siendo muy minucioso pero que hay una buena comunicación. Una vez que puedan empezar la reforma, sus promotores calculan que las obras se prolongarán “entre 12 y 18 meses”, lo que sitúa la reapertura de Can Jorba, como mínimo, a lo largo del 2027.
Lee también
El comercio de Ciutat Vella exige un plan para resucitar el barrio
Sara Sans

La actual imagen del edificio, con elegante entrada en la esquina con la calle Santa Anna y sus cinco aparadores del Portal de l’Àngel cerrados, inquieta al comercio de la zona. “Es un punto clave y que esté inactivo afecta mucho al flujo comercial de la avenida”, reconoce Isabel Rodríguez, gerente de la asociación comercial Barna Centre. Precisamente, la lentitud en la tramitación de permisos y la poca agilidad de la administración fue una de las quejas que formularon los comerciantes de Ciutat Vella durante la recién Summit de Barcelona Oberta.
En esa cita el sector reivindicó el papel comercial del centro y se presentó la campaña para animar a los barceloneses a volver a comprar en el corazón de la ciudad. Los comerciantes lamentaron que Can Jorba lleve tanto tiempo cerrado e hicieron hincapié en la necesidad de revalorizar los edificios emblemáticos que están vacíos; entre ellos, el Banco de España, también en el Portal de l’Àngel, y con la actividad a mínimos.
Lee también
¿Bajas al centro o qué?, el lema para reconectar con Ciutat Vella
La Vanguardia

“Tenemos un centro comercial a cielo abierto y es inaudito que Can Jorba esté sin actividad o que el Banco de España esté como está… no hay un plan a medio y largo plazo, y cuando surge un proyecto, todo son impedimentos; ahora la administración ni cuenta ni confía en el sector privado”, lamenta Javier Cottet, vicepresidente de Barcelona Oberta y presidente de Ópticas Cottet. El establecimiento centenario que tenían en Portal de l’Àngel lo cerraron en 2018 para abrir en Rambla Catalunya. “Con la distancia del tiempo, creo que hicimos lo correcto, Portal de l’Àngel se ha convertido en una calle de low cost de alta rotación con un tiquet de 40 euros y un cliente principalmente extranjero”, mantiene.
Durante los últimos años han cerrado la inmensa mayoría de establecimientos históricos que personalizaban el paisaje del Portal de l’Àngel, “pero han llegado otras marcas, la calle se ha vuelto más global, con comercios que responden a nuevas tendencias y a un público quizás más actual”, mantiene Isabel Rodríguez. Actualmente, además de Can Jorba, hay otros tres locales cerrados, en dos de ellos estaban Planelles Donat y la joyería Prat, que mantienen su presencia en la calle con un solo local. Otro establecimiento está en obras y a punto de abrir como JD Sports. El resto de negocios más de cincuenta, están en funcionamiento.
Los trabajos para renovar las baldosas empezaron en mayo
Àlex García
Rodríguez destaca “la capacidad de resiliencia” de la calle pese a la imagen de Can Jorba cerrado y de las obras que empezaron en mayo para renovar todo el pavimento. Esta intervención, que obliga a restringir el paso de peatones y vehículos estaba previsto que acabara durante la primera semana de noviembre pero finalmente se prolongará unas semanas hasta final de mes. El Ayuntamiento trabaja para poder retirar las vallas antes del Black Friday y que la campaña navideña pueda empezar con la calle libre.





