Después de más de una década cerrado, el histórico Anfiteatro Martín Fierro será puesto en valor. El proyecto contempla respetar su diseño original, sumar un café-bar y un museo, y devolverle vida a un ícono del Paseo del Bosque.
Es preciso mencionar que, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció la apertura de la licitación pública para la restauración integral del Anfiteatro Martín Fierro, más conocido como el Teatro del Lago.
En este marco, ubicado en el corazón del Paseo del Bosque de La Plata, este emblemático espacio cultural será renovado tras años de abandono y deterioro.
El proyecto busca recuperar sus áreas históricas, respetando al máximo el diseño original inaugurado en 1949, y contempla además la incorporación de nuevos espacios como un café-bar y un museo del sitio, que garantizarán una afluencia constante de público y revitalizarán la zona. “Esta propuesta retoma el espíritu fundacional que nunca debió ser abandonado”, señalaron desde el Instituto Cultural de la Provincia.
La restauración no solo apunta a la recuperación arquitectónica de una joya cultural, sino también a recuperar su función como escenario para espectáculos al aire libre, con una programación que democratice el acceso al arte y al esparcimiento.
La historia del Teatro del Lago se remonta a 1902, cuando Nicolás Cúccolo, inmigrante italiano, pidió utilizar la isla del lago para ofrecer espectáculos al aire libre. En 1914, por ley, se autoriza una inversión estatal para concluir la obra, que abrió ese mismo año como sala cinematográfica con capacidad para 500 espectadores. Al año siguiente, también comenzó a funcionar como teatro.
Tras varios cambios de administración y una venta de concesión, en los años ’40 el edificio original fue demolido para dar paso a un nuevo “teatro al aire libre”. Ese nuevo anfiteatro fue inaugurado el 18 de noviembre de 1949, con la presencia de Juan Domingo Perón, Eva Duarte, Domingo Mercante y Héctor Cámpora.
Durante décadas, fue sede de conciertos sinfónicos, obras teatrales y recitales de artistas como León Gieco y Fito Páez. Sin embargo, el deterioro avanzó silenciosamente: las butacas se pudrieron, el escenario se inundó de filtraciones, el techo se cubrió de raíces y en 2012, se bajó su telón por última vez.
Ahora, más de una década después, se abre una nueva etapa. La licitación es el primer paso para que el Teatro del Lago vuelva a ser lo que fue: un espacio de encuentro, cultura y memoria colectiva para toda la ciudad.