Cobertura conjunta de Agencia Tierra Viva y Revista Cítrica.
El incendio en El Bolsón continúa activo. Desde su inicio el jueves en la confluencia de los ríos Azul y Blanco, lleva incendiadas 2800 hectáreas, destruidas 100 casas y arrasados galpones, vehículos, alambrados y animales. Los momentos más críticos se vivieron en los primeros días, cuando el fuego atravesó las casas y chacras en la zona de Mallín Ahogado. En el combate contra las llamas falleció Ángel Reyes, un poblador de 83 años. Justo Poso, vocero de la comunidad mapuche Newenche, aseguró que “al fuego lo detuvo el pueblo, de no haber sido así, los daños serían mucho mayores”.
La reacción solidaria de la Comarca Andina –región que une las localidad del Bolsón con la también incendiada Epuyén, en Chubut– fue espontánea, con herramientas, camionetas, donaciones y viandas para los brigadistas. “No sé si hay un cuerpo del Estado que pueda hacer frente a semejante incendios, pero tampoco hay recursos, faltan herramientas para los brigadistas. Los vecinos están hace días trabajando sin parar, día y noche”, advierte Agustín Mavar, productor de la UTT y voluntario en el incendio, que coincide con Poso en el rol fundamental que cumplieron los vecinos.
Y agrega: “Los incendios son algo llamativo para los que lo ven por la televisión o el celular, pero como toda noticia pasa rápido y esta es una catástrofe, hay que estar los próximos años acompañando a la gente que perdió todo. Y preguntarse ¿por qué? ¿para qué se provocaron los incendios?”.
Según el último reporte del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendio Forestales (Splif) de Río Negro, aún son seis los focos activos en el incendio de El Bolsón. Sin lluvias a la vista y con pronóstico de viento, en la zona de chacras los focos están enfriándose, mientras que las llamas avanzan del otro del río Azul hacia la cordillera y en dirección norte.
Para hacer frente a un incendio de esa magnitud, el Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SMNF) envió 45 brigadistas, mientras que la provincia aporta el resto de los brigadistas: 54 son del Splif provincial y otros 120 pertenecen a bomberos voluntarios, Parques Nacionales y fuerza de Chubut. El SMNF aportó también tres aviones hidrantes, dos helicópteros y móviles.
“Solo para operar una motobomba necesitás mínimo tres personas. Es poca gente; cómo no se van a quemar 300 casas”, señala Marva. “Los que trabajan en los cortafuegos son personas que se han organizado, brigadistas del Estado hay poco y nada, se ven en algunos puntos; porque son muchos focos de incendio”, completa Mirta Ñancunao, vocera del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro.
Hay un dato que marca la política del gobierno nacional para hacer frente a los incendios. El SNMF, a cargo desde diciembre del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, no ejecutó ni un solo peso en lo que va de 2025 y terminó 2024 con una ejecución de solo el 22 por ciento del total del presupuesto nacional destinado al área, según surge de lo datos oficiales del presupuesto abierto. El SNMF tiene otras fuentes de financiamiento –Fideicomiso del Manejo del Fuego y transferencias de la Superintendencia de Seguros de Nación por la recaudación de alícuotas de seguros de vida–, que permitan movilizar personal y vehículos, pero podría inyectar más fondos y la decisión, hasta el momento, fue no hacerlo.
De hecho, la ministra Bullrich –a cargo del SNMF desde el 27 de diciembre– no hizo mención pública sobre los incendios. Ante la consulta de Tierra Viva sobre cuáles eran las tareas que desarrollaba el Ministerio frente a los incendios, desde la cartera de Seguridad no respondieron. La Ministra, que se hizo presente en enero en la Patagonia para encabezar el desalojo a la Lof Pailako, decidió mantener ausente de la catástrofe ambientral que sufren los pobladores de Río Negro y Chubut. Quien se mantiene presente en El Bolsón es el gobernador Alberto Weretilneck, quien reconoció la falta de recursos al agradecer: “Quiero destacar la solidaridad de todos los que están en esta lucha: bomberos, brigadistas, fuerzas de seguridad y vecinos que se sumaron con sus recursos”.
“Esto abre un interrogante sobre el rol del Servicio Nacional del Manejo del Fuego. ¿Cómo puede ser que ante semejantes incendios no intervenga? El Servicio puede estar interviniendo a través de las otras fuentes de financiamiento; pero lo que estamos viendo es que el Estado decide no financiar con las fuentes que dependen del presupuesto nacional”, señala a Tierra Viva Matías Cena Trebucq, economista del área de investigación de FARN, que siguen la ejecución del presupuesto a través del Monitor Ambiental de Presupuesto.
El del Bolsón no es el único foco de incendio en la Patagonia. Ya quedaron bajo fuego 22.800 hectáreas de bosque nativo, chacras productivas y viviendas, según estimó Greenpeace, en cinco focos aún activos: 10.764 hectáreas en el Parque Nacional Nahuel Huapi (Río Negro), 2.723 en Mallín Ahogado (Río Negro), 3.530 en Epuyén (Chubut), 3.200 en Aldea Las Pamas/Atilio Viglione (Chubut) y 2.671 hectáreas en el Parque Nacional Lanín (Neuquén).
Otra fuente de información para dimensionar el avance de lo incendios en la Patagonia es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que produce mapas de las áreas afectadas por incendios en Río Negro y Chubut, a partir de información provista por satélites de observación de la Tierra. El cálculo de la Conae, que no contempla el incendio activo en el Parque Nacional Lanín, suma 16.000 hectáreas arrasadas.
El SNMF ofrecía, hasta la gestión anterior, un reporte diario de los incendios forestales en todo el país. Esa página de información ahora solo arroja un resultado de Error.
El Bolsón se incendia: la respuesta provincial
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El gobernador Alberto Weretilneck, quien aplicó en suelo provincial la política de austeridad ordenada desde la Casa Rosada, había visitado El Bolsón un día antes del inicio del incendio en la confluencia de los ríos Azul y Blanco, en el paraje conocido como Wharton, puerta de acceso a los refugios de montaña, de los que tuvieron que ser evacuados unos 800 turistas.
En esa visita, pasó por el Splif de Bolsón y aseguró que “durante los últimos años la provincia invirtió para fortalecer esta institución y garantizar que cuenten con los recursos necesarios para seguir protegiendo nuestros bosques y comunidades”.
El gobernador, en diálogo con TN, intentó explicar por qué no hubo suficientes recursos para frenar el fuego que devoró casas, campos, bosques y fauna: “El fuego corrió a una velocidad de dos kilómetros por hora, no hay mecanismos de prevención para eso”. Y agregó, a contramano del negacionismo de la Casa Rosada, que las sequías y el cambio climático “están haciendo estragos, no tenemos registros de una seca tan importante, no vamos a tener lluvias durante los próximos 15 o 20 días”.