El estallido de Salah en Liverpool tiene ecos de la salida de Ronaldo del Man United

Mohamed Salah finalmente ha tenido una actuación significativa esta temporada, pero desafortunadamente para Liverpool y su entrenador Arne Slot, que se encuentra bajo presión, el jugador de 33 años prefirió ser noticia con sus palabras fuera del campo en lugar de con sus acciones dentro.

Ningún gran jugador querrá aceptarlo jamás, pero cuando empiezan a ser más noticia con lo que dicen que con lo que han hecho, es un claro indicio de que su valor deportivo está decayendo y que no puede soportar dejar de ser el protagonista.

La entrevista de Salah con los periodistas tras el partido tras ser suplente no utilizado en el Liverpool 3-3 dibujar en Leeds United del sábado fue tan taquillero como cualquiera de los 250 goles que ha marcado con el club desde que llegó procedente Roma en 2017. Pero también fue egoísta y todo menos diseñado para el bien del equipo.

Al afirmar que el club lo había «tirado debajo del autobús» y agregar que «alguien quiere echarme toda la culpa», Salah adoptó la misma táctica utilizada por cristian ronaldo cuando su explosiva entrevista con Piers Morgan en noviembre de 2022 hizo que saliera de manchester unido inevitable.

– Lindop: Los comentarios de Salah eclipsan los problemas en el Liverpool
– Como sucedió: Leeds logra el empate en el último minuto contra Liverpool
– Olley: La última derrota del Arsenal ante el Aston Villa deja abierta la carrera por el título

Ronaldo dijo que «se sintió traicionado» por el United y habló de una relación rota con el entonces entrenador Erik ten Hag. Salah podría haber estado leyendo el mismo guión cuando desató sus frustraciones en Elland Road, y sus palabras aún podrían conducir al mismo resultado que las de Ronaldo: un rápido movimiento hacia la Liga profesional saudí y un legado empañado en el club donde se convirtió en leyenda.

Salah había sido nombrado suplente por tercer partido consecutivo por Slot, y el Egipto El internacional dejó claro que se ha sentido herido y herido por la degradación.

Pero aquí está la cuestión: las actuaciones de Salah esta temporada han estado tan por debajo de sus mejores (sólo cinco goles en 19 apariciones) que Slot le había dado tiempo más que suficiente para salir de su mala forma antes de tomar la audaz decisión de prescindir de su jugador estrella.

Slot ha luchado por encontrar una fórmula ganadora esta temporada y está luchando por salvar su puesto apenas seis meses después de llevar al Liverpool a la cima. primera división título, pero ya ha dejado caer grandes fichajes de verano Florian Wirtz, Alejandro Isak y Hugo Ekitike en un intento de reactivar su línea de ataque. Ninguno de esos movimientos valió la pena.

Así que ahora le toca a Salah abandonar, y no le gusta. Una cita en su entrevista en Leeds sugirió que él tampoco lo acepta, señalando sus actuaciones anteriores como dinero en el banco que le ha «ganado» un estatus protegido en el equipo.

«No lucho por mi puesto todos los días porque me lo he ganado», dijo Salah. «No soy más grande que el club. No soy más grande que nada. Pero me lo he ganado».

Quizás Salah esté aludiendo al viejo dicho del Liverpool de que «la forma es temporal, pero la clase es permanente». Sin embargo, aunque suena bien, en realidad no suena a verdad.

Los mejores equipos exigen forma y clase, y la forma de Salah lo ha abandonado (no sólo esta temporada, sino también en los últimos meses de la temporada pasada), por lo que eventualmente algo tuvo que ceder. Salah anotó cuatro goles en sus últimos 14 partidos con el Liverpool la temporada pasada, por lo que en total tiene nueve goles en sus últimas 33 apariciones en todas las competiciones para el club desde finales de febrero.

Sin embargo, no es simplemente la desaceleración de la producción goleadora de Salah lo que le ha llevado a perder su lugar en el equipo. Su aportación defensiva nunca ha sido una de las mayores cualidades de Salah, pero sí sus goles y el ritmo de trabajo de sus excompañeros. Luis Díaz, Darwin Núñez y el tarde Diogo Jota siempre compensó los intentos a menudo tibios de Salah de presionar y retroceder.

Pero Isak y Wirtz aún tienen que ofrecer algo que se acerque a la contribución defensiva de sus predecesores, por lo que las deficiencias de Salah en esa área se han vuelto aún más notorias y dañinas para el equipo. Goles encajados en derrotas contra Bosque de Nottingham y Chelsea fueron directamente atribuibles a su incapacidad para defenderse adecuadamente.

Fue una historia similar con Ronaldo en el United. Una vez que los objetivos se agotaron, se convirtió en un pasivo en lugar de un activo.

Salah aún no es un lastre en el equipo de Slot, pero sus comentarios en Leeds tienen el potencial de ser tan dañinos como cualquier falta de seguimiento o trabajo lo suficientemente duro en el campo. Sus palabras equivalen a un desafío a la directiva del Liverpool para que lo respalde frente a Slot. Pero sería un movimiento audaz y sorprendente por parte del club ponerse del lado de una fuerza de altos ingresos que se desvanece y que cumplirá 34 años el próximo verano frente a un entrenador que logró un título de la Premier League la temporada pasada.

Es una situación simple; Si Salah hubiera estado cerca de su mejor nivel esta temporada, no habría perdido su lugar en el equipo. Pero esa realidad aún no se ha asimilado.

Salah se ha excedido. Sus logros pasados ​​le han valido un estatus legendario en Liverpool, pero su forma reciente le ha valido el derecho a ser tratado como todos los demás.

La única persona que arroja a Salah debajo del autobús es el propio Salah.