La diplomática se ganó un lugar entre los dramas políticos que dosifican tensión, ironía y chispazos románticos sin perder nervio.
La nueva tanda promete subir la apuesta: el mapa de alianzas se reconfigura, el precio de cada movimiento se encarece y Kate Wyler (Russell) navega un juego donde lo personal y lo geopolítico se confunden.
El formato -ocho episodios compactos y cliffhangers precisos- es ideal para maratonear y, a la vez, de puedo apreciar «de a uno» con análisis.

La trama de la nueva temporada, sin arruinarte nada
En la temporada 3 de La diplomática, la embajadora Kate Wyler (Keri Russell) experimenta una particular pesadilla: conseguir lo que quiere.
Acaba de acusar a la vicepresidenta Grace Penn (Allison Janney) de orquestar un complot terrorista y de admitir que quería su puesto. Pero ahora el presidente ha muerto -tal vez por culpa de Hal (Rufus Sewell), el esposo de Kate-, y Grace Penn es la nueva líder. Nada de esto detiene la campaña de Hal para llevar a su esposa a la vicepresidencia.

Kate asume un rol que nunca quiso, con una libertad que jamás esperó, una amistad cada vez más compleja con el secretario de AA. EE. Austin Dennison (David Gyasi) y un vínculo inquietante con el primer caballero Todd Penn (Bradley Whitford).
Quiénes vuelven y quiénes se suman
Regresan Keri Russell y Rufus Sewell como los Wyler, junto con Ali Ahn, Ato Essandoh y David Gyasi.
La gran novedad es Allison Janney como la flamante presidenta Grace Penn, un ingreso que cambia el tono de los pasillos del poder y abre dilemas nuevos para la protagonista.
Entre las incorporaciones, Bradley Whitford aparece como Todd Penn y Aidan Turner se reserva un papel recurrente que la producción mantiene en misterio.

Para quién es (y para quién no)
- Si te enganchan los dramas políticos con humor seco, diálogos veloces y una pareja protagónica que chispea incluso cuando discute sobre tratados y portaaviones, es para vos.
- Si preferís thrillers de acción constante o fantasía sin subtexto político, quizá te funcione mejor como «serie paralela» que vas alternando.

Detrás de cámara
La creación es de Debora Cahn (con credenciales en series de pasillos gubernamentales) y esa firma se nota en la mirada de backstage: diplomacia como arte de lo posible, micropolítica en despachos, y decisiones que repercuten en titulares… y en la cocina de casa.

Veredicto GENTE
El recomendado de la semana es un regreso con timing quirúrgico: ofrece actualidad -en clave de ficción- sin perder el costado humano que convirtió a La diplomática en favorita.
Si venías al día, hay combustible de sobra; si recién llegás, el relato te pone al tanto rápido y el gancho está garantizado.
Fotos: Cortesía de Netflix © 2025