América Latina tuvo un exponencial crecimiento tanto en la adopción como en el uso de las criptomonedas, sobre todo en los últimos años. Dicho crecimiento se debe al contexto económico de la región: elevada inflación, crisis económicas, volatilidad de las monedas locales y el acceso limitado a servicios bancarios tradicionales, agilizó la inserción de los activos digitales.
Los usuarios de países como Brasil, México, Argentina y Venezuela utilizan las criptomonedas como solución financiera alternativa para necesidades cotidianas, como ahorro, envío de remesas, pagos de salarios y transacciones comerciales. Entre los activos más elegidos por los latinoamericanos se encuentran las stablecoins, seguidos de Bitcoin y Ethereum.
¿Qué exchanges prefieren los latinoamericanos?
Los exchanges centralizados (CEX) son la principal puerta de entrada a las criptomonedas para los usuarios de la región, con estas plataformas manejando el 68,7% del volumen de activos digitales en América Latina, según registros del año 2024. Binance es el lider del mercado, con un 54% de la cuota, seguido por actores locales como Lemon Cash y Bitso.
Por su parte, los flujos a través de CEX en América Latina crecieron 800% o el equivalente a nueve veces de 2021 a 2024, pasando de USD 3 mil millones a USD 27 mil millones en volumen anual. Hasta julio de 2025, los volúmenes alcanzaban los USD 11,2 mil millones para Bitso y los USD 890 millones para Lemon Cash, manteniendo un crecimiento sostenido a pesar de una desaceleración inicial en enero.
Las descargas de aplicaciones de criptomonedas en América Latina se duplicaron en el segundo trimestre de 2024 a medida que los volúmenes dentro y fuera de las rampas crecieron significativamente, según el informe.
Por su parte, plataformas como ZKP2P, PayDece y Capa -que facilitan la conversión entre fiat y criptomonedas- procesaron volúmenes significativos. Por ejemplo, Capa registró casi USD 30 millones y PayDece unos USD 27,8 millones hasta el mes pasado.
Otras opciones como Picnic, Exa y BlindPay actúan como neobancos cripto-nativos, integrando stablecoins, ahorros con rendimientos y pagos diarios. Estas aplicaciones son especialmente populares entre poblaciones jóvenes y no bancarizadas.