El crimen de Estela y Soledad en Villa Luro sigue conmocionando a la sociedad porteña. La periodista Mercedes Ninci reveló en el medio Radio Mitre un dato estremecedor que podría ser clave para entender lo que ocurrió en el departamento donde ambas fueron asesinadas. Según la información que brindó, los cuerpos de madre e hija fueron hallados juntos, uno al lado del otro, en la misma habitación, específicamente al costado de la cama. Este detalle, aparentemente menor, cobra una dimensión inquietante al ser analizado por los peritos forenses.
La disposición de los cadáveres indica que el ataque se produjo en un contexto de cercanía, posiblemente mientras ambas estaban descansando o en una situación de vulnerabilidad extrema. “No hubo posibilidad de defensa”, aseguró Ninci, quien accedió a información directa de los investigadores. El hecho de que los cuerpos estuvieran tan próximos sugiere que el agresor actuó con rapidez y precisión, y que las víctimas no tuvieron tiempo de reaccionar ni de pedir ayuda.
El doble homicidio ocurrió en un departamento del barrio de Villa Luro, en la zona oeste de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta el momento, no hay detenidos y la causa está rodeada de incertidumbre. Los investigadores trabajan sobre varias hipótesis, pero el hallazgo de los cuerpos en esa posición refuerza la idea de que se trató de un ataque planificado, posiblemente por alguien que conocía a las víctimas y sabía cómo moverse dentro del domicilio.
Estela tenía 63 años y Soledad, su hija, 38. Ambas eran conocidas en el barrio por su trato cordial y su bajo perfil. La escena del crimen no mostró signos de robo ni de violencia previa, lo que descarta, al menos por ahora, la hipótesis de un asalto. Los peritos encontraron los cuerpos en la habitación principal, junto a la cama, sin rastros de lucha ni de desplazamiento. Este dato es crucial: indica que el asesino no solo actuó con sigilo, sino que probablemente tenía una relación de confianza con las víctimas.
La investigación está a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la Ciudad, que ordenó peritajes psicológicos y toxicológicos para determinar si hubo algún tipo de sedación previa. También se analizan las cámaras de seguridad de la zona y los registros de llamadas de los celulares de las víctimas. El entorno familiar y social está siendo revisado minuciosamente, en busca de algún indicio que permita reconstruir las últimas horas de Estela y Soledad.
Mercedes Ninci, quien dio la primicia en Radio Mitre, destacó que “el dato de los cuerpos juntos, al lado de la cama, es lo que más impactó a los peritos”. Y agregó: “No es común encontrar una escena así. Habla de una ejecución rápida, sin margen para el escape ni la defensa”.
Mientras la causa avanza, el barrio de Villa Luro permanece en estado de alerta. Los vecinos organizaron una marcha para pedir justicia y mayor presencia policial. El crimen de Estela y Soledad no solo dejó una herida profunda en su entorno, sino que también plantea interrogantes sobre la seguridad y la violencia en contextos íntimos.





