El Gobierno, a través del Ministerio de Justicia de la Nación, echó a Mayki Gorosito del cargo de directora ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA. La medida provocó la indignación de la destituida y el rechazo de la asociación de sobrevivientes del centro clandestino que funcionó allí durante la última dictadura militar, en medio del ajuste que implementó el Ejecutivo en el área de Derechos Humanos.
«Siento una profunda tristeza e impotencia porque resta mucho por hacer en materia de Derechos Humanos. Seguiré luchando desde el lugar que me toque. Todo lo que logramos desde que llegué, a partir de diciembre de 2023 se hizo todo más difícil», le expresó Gorosito a Clarín, lamentando su destitución en la dirección de la entidad.
Esta decisión del Ejecutivo se había publicado en el Boletín Oficial el pasado 22 de marzo, justo el día del décimo aniversario de la apertura del Museo. Para Gorosito, no fue casualidad y «no fue el primer ataque que recibió el Museo». «En este último tiempo hemos luchado mucho, fuimos víctimas de disminuciones salariales, baja de presupuesto y negativas para su correcto funcionamiento», indicó.
«Este es un paso que dan contra los sitios de la memoria. Piensan que el Museo no es una herramienta indispensable para la democracia. A pesar de las dificultades, hemos construido mucho en materia de Derechos Humanos», remarcó la exdirectora.
En tanto, desde la asociación de sobrevivientes repudiaron el accionar del Gobierno. «Este acto no puede entenderse como una decisión administrativa aislada», consideraron en el comunicado que lleva la firma de Ana Soffiantini.
Para la organización, la remoción de Gorosito es «una clara manifestación del desprecio sistemático hacia la política de Memoria, Verdad y Justicia» de parte del gobierno de Javier Milei.
Gorosito ocupaba el cargo de directora ejecutiva desde abril de 2022.
«Quienes hoy impulsan estas medidas ciegan su accionar con odio ideológico, negacionismo y revancha, pretendiendo desmantelar símbolos clave de nuestra democracia. El Sitio de Memoria ESMA no es un espacio neutro: es un testimonio vivo del horror de la dictadura, pero también de la fuerza transformadora de la justicia y la memoria», agregó la asociación de sobrevivientes del centro clandestino en el comunicado.
Los firmantes aseguraron que el alejamiento de Gorosito «constituye un retroceso grave, una afrenta a los sobrevivientes del genocidio y un agravio a los detenidos desaparecidos».
«No se trata solo de una remoción injustificada, sino de una política sistemática de desmantelamiento de los espacios de memoria, impulsada por un gobierno que demuestra, una y otra vez, su hostilidad hacia los valores democráticos, los derechos humanos y la verdad histórica», remarcaron.
La fachada del Museo de la ex ESMA.En el documento exigen la inmediata restitución y convocaron a la sociedad «a defender el Sitio de Memoria ESMA y todo lo que representa».
«No permitiremos que el odio borre la memoria, no permitiremos que la mentira reemplace la verdad, no permitiremos que la impunidad derrote a la justicia», finalizaron los sobrevivientes en el comunicado.
Gorosito fue anunciada como directora del Museo de la ex ESMA en abril de 2022 en reemplazo de Alejandra Naftal. Antes, se desempeñó como Coordinadora de Cooperación Internacional de la postulación del Museo para integrar la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Es profesora y licenciada en Ciencias de la Educación, experta en cooperación internacional e integración regional latinoamericana. Además fue docente universitaria e investigadora y directora general de Relaciones Internacionales del Gobierno de la Ciudad y del Municipio de Morón. Se desempeñó como asesora externa en cooperación internacional e integración regional de la Intendencia Departamental de Canelones, en Uruguay.
Tuvo a su cargo la coordinación de la Secretaría Ejecutiva de Mercociudades entre 2004 y 2006 y participó en la instalación del Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur.
La salida de Gorosito llega luego de que, días atrás, el Gobierno le entregó a los fiscales federales un predio de cinco mil metros cuadrados ubicados dentro de la Ex ESMA, en respuesta de un reclamo de más recursos que los fiscales venían impulsando ante la inminente entrada en vigencia del sistema acusatorio.
Entregan a los fiscales federales un edificio de 5.000 metros cuadrados en la ex ESMA.Además, ocurre en medio del fuerte ajuste que implementó el Ejecutivo en el área de Derechos Humanos.
«Los espacios que antes eran destinados a programas ideológicos, ahora servirán en la lucha contra la inseguridad», dijo Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia, al justificar el desplazamiento de recursos.
Qué cambia con la llegada de los fiscales federales a la ex ESMA
Por un lado, se redujo la Secretaría de Derechos Humanos a Subsecretaría, lo que implica un ajuste de personal, y por el otro hay preocupación sobre qué pasará con el Sitio declarado a fines de 2023 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ello significa que no se le puede cambiar el destino por el que obtuvo la declaración internacional.
Clarín consultó en aquel momento tanto a fuentes del Museo de la ESMA como a autoridades del Ministerio de Justicia. En el segundo caso, no hubo respuesta. En el primero, aseguraron que el edificio destinado a la justicia federal es el llamado Raúl Alfonsín, situado detrás del que se conoce como Edificio de Familiares, pero la decisión no afectaría el Museo Sitio de Memoria que fue, en tiempos en que la ESMA era un centro clandestino de detenciones y tortura, el lugar que ocupaba el Casino de Oficiales.
Ese inmueble en concreto fue primero declarado Monumento Histórico Nacional y luego Bien Cultural del Mercosur hasta alcanzar finalmente, durante la gestión de Marcela Losardo como embajadora ante la UNESCO, la declaración de Patrimonio de la Humanidad, en una reducida lista que integran otros espacios donde han ocurrido exterminios, genocidios o atrocidades contra la condición humana. Son apenas ocho en todo el mundo.
BPO
