WASHINGTON– El Departamento de Trabajo publicará sus cifras sobre la contratación y el desempleo de septiembre el próximo jueves, con un mes y medio de retraso, lo que marcará el comienzo del fin de una sequía de datos provocada por la encuesta de 43 días. cierre del gobierno federal.
El apagón estadístico Esto significó que la Reserva Federal, las empresas, los responsables políticos y los inversores han estado en gran medida a oscuras sobre la inflación, la creación de empleo, el crecimiento del PIB y otras medidas de la salud económica de Estados Unidos desde finales del verano.
Thomas Simons y Michael Bacolas de Jefferies, una firma financiera, escribieron en un comentario el viernes que más de 30 informes de la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo y de la Oficina de Análisis Económico y Censo del Departamento de Comercio fueron retrasados por el enfrentamiento político.
El Departamento de Trabajo no publicó su informe semanal sobre el número de estadounidenses que se inscribieron para recibir beneficios de desempleo durante siete semanas consecutivas. Ese informe de solicitudes de desempleo se considera un posible indicador temprano de hacia dónde se dirige el mercado laboral.
El Departamento de Trabajo publicó su índice de precios al consumidor para septiembre, la medición más popular de la inflación, con nueve días de retraso, el 24 de octubre. El gobierno hizo una excepción con ese informe debido a su urgencia: se utiliza para calcular la inflación anual. ajuste del costo de vida para decenas de millones de estadounidenses que reciben Seguro Social y otros beneficios federales.
La interrupción de las estadísticas económicas federales se produjo en un momento incómodo. Las políticas del presidente Donald Trump (impuestos a las importaciones radicales y en constante cambio y deportaciones masivas de personas que trabajan ilegalmente en Estados Unidos) están creando incertidumbre sobre las perspectivas económicas.
Y la economía ha enviado señales contradictorias: el crecimiento económico parecía sólido a mediados de año y el desempleo ha sido bajo. Pero el crecimiento del empleo ha perdido impulso y la inflación se ha mantenido obstinadamente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, en parte debido al impacto de los aranceles de Trump.
Simons, de Jefferies, espera que el informe de empleo de septiembre muestre que los empleadores agregaron 65.000 puestos de trabajo ese mes: nada impresionante, pero frente a los escasos 22.000 de agosto. Calcula que el desempleo se mantuvo en un bajo 4,3%.
La interrupción de los datos ha causado consternación en Wall Street y ha profundizado las divisiones entre los funcionarios de la Fed sobre si recortar las tasas de interés por tercera vez consecutiva en su próxima reunión de diciembre.
Esta semana, algunas autoridades de la Fed han sugerido que la falta de datos es una de las razones por las que podrían apoyar la postergación de otro recorte de tasas.
Como resultado, los nuevos informes sobre empleo e inflación en las próximas semanas y meses tendrán un enorme peso en la Reserva Federal porque las nuevas cifras podrían ayudar a resolver los desacuerdos entre quienes apoyan otra reducción de la tasa de interés y los que se oponen.
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Sin embargo, incluso con la reapertura del gobierno, los datos podrían tardar algunas semanas más en recuperarse por completo. A principios de esta semana, Kevin Hassett, un importante economista de la Casa Blanca, dijo que sólo una parte del informe de empleo de octubre, originalmente programado para ser publicado el 7 de noviembre, eventualmente se publicará.
La Oficina de Estadísticas Laborales probablemente tendrá suficientes datos de las empresas para calcular cuántos empleos se ganaron o se perdieron el mes pasado. Gran parte de eso se envía electrónicamente. Pero durante el cierre no se realizó una encuesta separada de hogares, que se utiliza para calcular la tasa de desempleo.
Como resultado, por primera vez en 77 años, es posible que el BLS no calcule una tasa de desempleo para el mes de octubre.
Otros funcionarios de la Casa Blanca han dicho anteriormente que tampoco habrá un informe de inflación de octubre porque los datos no pudieron recopilarse debido al cierre del gobierno. Eso planteará un desafío para la Reserva Federal, que busca determinar si la inflación regresará al 2%.
La interrupción de los datos se produjo apenas un par de meses después de que Trump despidiera a la directora del BLS, Erika McEntarfer, después de que éste presentara cifras de empleo el 1 de agosto que no le gustaron. Mostraron sólo modestos aumentos del empleo en julio y aumentos mucho menores en mayo y junio de lo estimado anteriormente.
Aún así, los economistas dijeron que los próximos informes deberían estar libres de sesgos. Actualmente, no hay personas designadas políticas en la agencia, después de que Trump retirara a su candidato para encabezar la BLS el 30 de septiembre.
«Los datos están siendo producidos aproximadamente por el mismo grupo de personas que en el pasado», dijo Aaron Sojourner, economista principal del Instituto WE Upjohn.
