Por Manuel Zunino*
Antes de las elecciones, el Gobierno iba de crisis en crisis y el mensaje de Donald Trump dejó la idea de que tenía que ganar el Presidente para que el lunes no adviniera una catástrofe. Ahora, se viene el segundo tiempo y Milei tiene la pelota. La oposición está a la defensiva y lo que pase en adelanta va a ser más responsabilidad de él.
El Gobierno tiene una segunda oportunidad, no es un cheque en blanco o revalidación del rumbo. El nuevo tono del discurso del Presidente, que hasta se vistió con traje tras el triunfo electoral, habla de que Milei no es tan border, sino bastante pragmático y que se deja asesorar.
En la pelea por el sentido, que La Libertad Avanza ganó durante este año y medio, el Gobierno busca hacer creer que la mayoría social se derechizó y que acepta las reformas que se vienen. Hay una sensación de que se está en medio de la selva, todos atrás de un león, y que hay que salvarse.
Peronismo bonaerense
En la provincia de Buenos Aires se veía un escenario muy polarizado, con un voto que no estaba decidido o que no quería asumir que iba a elegir a La Libertad Avanza. Sin dudas, la pandemia y el proceso inflacionarios fueron eventos muy traumáticos.
La cabeza de la gente estaba más metida en el lunes que en el domingo. ¿Qué proponía el peronismo para el día después? Para el peronismo, hay algo peor que morir: envejecer. El peronista tiene que entender y sentir lo que le pasa a la gente.
El peronismo tiene que representar a los trabajadores, formales e informales, pero está envejecido en términos biológicos porque los jóvenes peronistas que vieron al kirchnerismo tienen más de 40 años y porque la dirigencia está desconectada de la realidad y se volvió conservadora.
*Sociólogo, docente de la UNLaM y representante de la Consultora Proyección





