Catalunya duplicará la tasa que actualmente pagan los turistas gracias a un acuerdo entre el Govern de la Generalitat y uno de sus aliados, los Comuns. El pacto, presentado ayer en la sede del Departament de Economia por la consellera Alícia Romero, y la líder del partido, Jéssica Albiach, supone un paso más en el cumplimiento de los acuerdos para la investidura del president Salvador Illa y llega en medio de los avances que el Ejecutivo catalán está alcanzando con el Gobierno central para formalizar los pactos con su otro socio de investidura, Esquerra.
La tasa turística se duplicará para toda clase de establecimientos hoteleros, sean de la categoría que sean, incluyendo los pisos turísticos y los cruceros, y en todo el territorio catalán, pero en Barcelona será donde se pague más, hasta un máximo de 15 euros por persona y noche. En los establecimientos hoteleros del resto de municipios catalanes, la recaudación se incrementará porque además de duplicar la tasa se podrá aplicar el recargo municipal que actualmente solo se permite cobrar en Barcelona, que es de cuatro euros.
La subida afecta a todo tipo de establecimientos hoteleros, también a los pisos turísticos y a los cruceros
A diferencia del resto de municipios, la capital catalana podrá aumentar este recargo de cuatro euros hasta llegar como máximo al doble, ocho euros, pero la decisión estará en manos del Ayuntamiento y, en todo caso, este incremento solo empezaría a aplicarse, y de forma progresiva, a partir de las ordenanzas fiscales del 2026.
De esta forma, el turista que se hospede en un hotel de cuatro estrellas en Barcelona, que hasta ahora pagaba una tasa turística de 1,70 euros y un recargo de 4 euros (5,70 en total), pagará el doble de la tasa (3,40 euros) y, si el Consistorio decide duplicar el recargo, deberá abonar otros ocho euros más; en total, 11,40 euros. En el caso de los hoteles de cinco estrellas o superiores, el total a pagar podría llegar hasta los 15 euros como máximo.
En los establecimientos del resto de municipios de Catalunya, donde las tasas son más bajas –tres euros como máximo para hoteles de cinco estrellas o superiores–, este gravamen se duplicará –seis euros en el caso mencionado–, y también se podrá aplicar el recargo de cuatro euros que hasta ahora solo se impone en Barcelona. Como máximo, en un hotel de lujo de fuera de Barcelona, los visitantes pagarían un total de 10 euros en tasas.
En estos municipios, la competencia para fijar los precios será de cada ayuntamiento, que deberá decidir cómo aplicar el recargo en sus respectivas ordenanzas fiscales.
Hace tiempo que el Govern y los Comuns venían apoyando la idea de subir esta tasa por considerar que podría ayudar a reducir la presión turística de ciudades como Barcelona y reinvertir los ingresos en políticas sociales. En este caso, el empeño de los ecosocialistas es dedicarlos a políticas de vivienda. De hecho, la consellera Romero explicó ayer que el aumento de la tasa permitirá a la Generalitat duplicar la recaudación, de 100 a 200 millones de euros anuales, y que un 25% se destinará a vivienda pública.
La medida, que deberá ser aprobada por el Consell Executiu, junto a otras modificaciones fiscales en materia de vivienda, y luego convalidada por el Parlament, fue aplaudida ayer por el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, puesto que va en la línea de lo que él mismo venía reclamando al Ejecutivo de Illa. También por la líder de ERC en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, quien se arrogó la titularidad de la idea y pidió “transparencia” al Consistorio con la recaudación del recargo municipal.