Este jueves, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de La Matanza llevó adelante la octava y última sesión ordinaria del año, en un clima atravesado por el reclamo salarial de trabajadores municipales, que se autoconvocaron en las inmediaciones del recinto.
Los trabajadores, que corresponden al área de salud, entregaron un petitorio al cuerpo deliberativo solicitando que el HCD se pronuncie en respaldo de la equiparación salarial inmediata del personal municipal de salud con el personal provincial, cuyos sueldos se encuentran entre un 40 por ciento y un 50 por ciento por encima.
Reclamo municipal
El reclamo se da en el marco del reciente anuncio del Ejecutivo municipal, que informó que los trabajadores comunales recibirán un incremento del 10 por ciento en sus salarios, retroactivo al mes de octubre. La decisión fue cuestionada por el bloque del Frente de Izquierda, que consideró insuficiente la suba ante el deterioro del poder adquisitivo.
Por su parte, el concejal peronista Sergio Landín recordó que “todos los empleados de todos los municipios están mal porque el Gobierno nacional le debe a la provincia de Buenos Aires 13 mil billones de pesos”. “Los recursos se están acabando. Quieren poner a la Provincia de rodillas”, enfatizó, en referencia al impacto de la crisis sobre las arcas provinciales y municipales.
En el marco de la jornada legislativa, también se realizaron conmemoraciones por fechas significativas del mes de noviembre, entre ellas: el Día de las y los Trabajadores Municipales (8 de noviembre), el Día de la Tradición (10 de noviembre), el Día de la Militancia (17 de noviembre) y el Día de la Soberanía Nacional (20 de noviembre).
Proyectos aprobados
Durante la sesión, se aprobaron distintos proyectos de ordenanza, decretos y minutas de comunicación relativos a acciones de refuerzo y fortalecimiento del sistema de salud, la creación de un programa municipal de fortalecimiento del reciclaje (PMFR), la creación de un centro de murgas en González Catán, pedidos de reparación histórica y reivindicación de la memoria indígena de Tres Ombúes, la declaración de interés municipal del Año Internacional de las Cooperativas 2025 y un repudio a hechos de amedrentamiento contra trabajadores de la salud.
Sin embargo, la tensión escaló durante el tratamiento de un proyecto decreto clave: la modificación del Reglamento Interno del Honorable Concejo Deliberante, una iniciativa que introduce nuevas reglas de funcionamiento y control sobre la conducta de los concejales, con un marcado énfasis en el disciplinamiento interno, especialmente en materia de asistencia a comisiones.
Tema clave
El proyecto establece que los ediles deberán avisar fehacientemente sus inasistencias cuando estas se deban a razones de fuerza mayor, y prevé penalidades ante tres o más ausencias consecutivas sin autorización, las cuales deberán contar con el respaldo de dos tercios de los concejales presentes para ser aplicadas. Las sanciones contempladas incluyen amonestaciones formales y multas equivalentes a hasta dos sueldos mínimos, además de la quita de haberes en los casos que así lo determine el cuerpo.
Asimismo, la reforma también incorpora regulaciones específicas sobre las faltas al decoro y al orden durante el uso de la palabra en el recinto, fijando un marco sancionatorio para conductas consideradas inapropiadas en el ámbito legislativo. Cabe mencionar que, en la séptima sesión, la titular del cuerpo, Liliana Yambrún, debió intervenir para solicitarle a una concejal que se ajustara a la solapa de homenajes y que no continuaran las respuestas cruzadas, en cumplimiento del reglamento.
La modificación del reglamento fue aprobada con los votos del bloque del Partido Justicialista y de Cambiemos La Matanza. En tanto, no acompañaron la iniciativa los bloques de la Izquierda, La Libertad Avanza, el PRO, ni Seguridad y Libertad, que manifestaron su desacuerdo.
Cruces de la sesión
Desde el oficialismo, el jefe del bloque, “Rolo” Galván, defendió el proyecto y cuestionó las críticas de la oposición. “Hay una evidente falta de comprensión de texto. O no han leído la Ley Orgánica de las Municipalidades, porque este nuevo reglamento no se la saltea. Nada de lo que incorporamos va en contra de la ley”, aseguró. En ese sentido, remarcó que la reforma apunta a “ordenar, actualizar y eliminar ambigüedades entre los artículos existentes”.
Así, se refirió puntualmente al régimen de inasistencias, uno de los puntos cuestionados del proyecto. “Cuando un concejal falta por un determinado motivo, ese aviso que antes se daba de manera verbal ahora lo perfeccionamos con un acto administrativo al día siguiente. No estamos diciendo que no pueden enfermarse, es lo que sucede en cualquier trabajo”, explicó, al tiempo que calificó de “falacia” los cuestionamientos opositores al sostener que “no leyeron ni estudiaron el proyecto”.
Desde La Libertad Avanza, la concejal Lorena Ramos expresó el rechazo de su bloque y advirtió sobre un “recorte a las facultades de las minorías”. “Nosotros acudimos al reglamento, ahí está todo”, planteó y se mostró en descontento con que el proyecto no repare en “el tiempo de oralidad”. “Ya de por sí tenemos poco tiempo para hablar, salvo en los homenajes”, sostuvo y agregó: “No estamos de acuerdo con esta reforma porque restringe de manera increíble a las minorías, que hoy somos nosotros, pero en algún momento vamos a ser mayoría y van a entender de qué hablamos”.
En la misma línea crítica, la concejal del Frente de Izquierda, Olga Ortigoza, afirmó que las modificaciones “no plantean un espíritu de mayor deliberación en un ámbito que ya está bastante limitado”. Por estos motivos, confirmó que su bloque rechazó el proyecto.
Nuevos desafíos
Con el objetivo de seguir el desarrollo de la última sesión ordinaria del año legislativo, estuvieron presentes en el recinto tres de los cuatro concejales entrantes por La Libertad Avanza: Leila Gianni, Gabriel Chaile y Jimena Alonso, quienes conversaron con El1 sobre su próximo desafío.
Chaile, vecino de San Justo, confirmó que asumirá en diciembre y que actualmente se desempeña como jefe de la Agencia Territorial de La Matanza, en representación de la Secretaría de Trabajo de la Nación, cargo que dejará para “evitar conflictos de intereses”. “Estoy muy entusiasmado, lo tomo como un crecimiento en mi corta carrera política”, señaló.
Docente, contador público nacional y licenciado en Administración, adelantó que uno de sus primeros desafíos será el análisis del Presupuesto 2026: “Mi materia es costos. Quiero saber en qué se gasta la plata, a dónde van los recursos, si las facturas son correctas o si hay de más o de menos”. “Vamos a hacer lo mejor posible por los vecinos, alineados con el pensamiento de Javier Milei y La Libertad Avanza”, expresó Chaile.
Lo que viene
Por su parte, Jimena Alonso, vecina de Ramos Mejía, contó que su incorporación a la política es reciente: comenzó en 2023 como fiscal. “Nunca participé en política, me sumé convencida de que este es el cambio que necesita el país”, expresó. Comerciante de profesión, sostuvo que su objetivo será representar a los vecinos que no se sienten escuchados por el Concejo. “Industria, comercio y educación van a ser mis ejes principales”, afirmó.
En tanto, Leila Gianni remarcó que su rol estará dirigido a representar tanto a quienes la votaron como a quienes no. “Un concejal es un empleado de los vecinos de La Matanza”, sostuvo. Además, fue crítica del funcionamiento actual del cuerpo deliberativo: “Al HCD le falta ritmo. Los expedientes no pueden demorarse más de 90 días. Hay que dar debates concretos sobre las problemáticas que suceden en La Matanza, que son muchas”. En ese sentido, adelantó que ya cuenta con proyectos vinculados a seguridad y a la recolección y tratamiento de los residuos sólidos urbanos.
Cabe mencionar que esta fue la última sesión de «Rolo Galván», Laura Chamorro, Ana Bordón, Micaela Durigan y Jorge Carrasco (Partido Justicialista), de Jorge Lampa, Laura Greco y “Toty” Flores (Cambiemos La Matanza), de Mirta Ferreira (bloque PRO) y de Olga Ortigoza y Ana Paredes Landman (Frente de Izquierda). El 10 de diciembre, asumirán los nuevos ediles.
