El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) avanza en la renovación de la canasta que utiliza para calcular la inflación mensual. Se trata de una actualización necesaria, ya que la actual se basa en datos de 2004 y no refleja con precisión los hábitos de consumo actuales.
La nueva canasta se construyó a partir de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2018, cuyos resultados comenzaron a aplicarse en marzo de este año en pruebas internas. El objetivo es modernizar la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y adaptarlo a la vida cotidiana de los argentinos.
Entre las novedades, se incorporarán servicios digitales como plataformas de streaming —ejemplo: Netflix—, además de darle mayor ponderación al uso de internet y telefonía móvil, en detrimento de rubros que han perdido relevancia, como la telefonía fija.
Otro aspecto importante es que el peso de los rubros se ajustará según las características de cada región: en la Ciudad de Buenos Aires, los servicios tendrán más incidencia, mientras que en el interior y en sectores de menores ingresos predominarán los bienes.
Según estimaciones técnicas, el cambio en la canasta no tendrá un impacto significativo en el índice general de inflación: las diferencias mensuales serían de apenas 0,1 a 0,2 puntos porcentuales. La actualización busca mejorar la precisión estadística más que alterar los resultados.
Actualmente, el INDEC releva los precios con tablets, lo que agiliza el trabajo y permite medir algunos productos varias veces al mes. Sin embargo, el organismo enfrenta el desafío de retener personal especializado frente a la competencia del sector privado.
La nueva canasta está en fase de prueba y se pondrá en marcha después de las elecciones o a comienzos de 2026, con el objetivo de garantizar la continuidad y comparabilidad anual de los datos.