Ozzy Osbourne murió a los 76 años, pero su despedida ya estaba escrita por él mismo mucho antes. En I Am Ozzy (Yo soy Ozzy), su autobiografía publicada en 2009, el famosísimo cantante dejó uno de los pasajes más memorables y crudos sobre cómo imaginaba su final: sin solemnidad, con ironía, pero también con una dosis de ternura que sorprendió a muchos.
“Si no vivo un día más, ya habré tenido más que mi parte justa”, escribió. “Lo único que pido es que, si termino con muerte cerebral en un hospital, por favor, desenchufen todo. Pero dudo que llegue a eso. Conociéndome, voy a morir de una forma estúpida: me voy a tropezar en la puerta y me voy a romper el cuello. O me voy a ahogar con una pastilla para la garganta. O un pájaro va a cagarme encima y me va a dar un virus raro de otro planeta”.
A su manera, el líder de Black Sabbath dejaba en claro que la muerte no lo angustiaba. “No me malinterpreten: no me preocupo por esas cosas todos los días. He llegado a creer que todo en la vida está escrito. Así que cuando pasa algo malo, no hay nada que puedas hacer. Tenés que aguantarlo. Y eventualmente, la muerte llega. Como le llega a todo el mundo”.

En la misma página, Ozzy le hacía un pedido muy particular a su esposa Sharon, quien lo acompañó hasta el final: “No me cremes, pase lo que pase. Quiero que me entierren en la tierra, en un jardín lindo, con un árbol plantado sobre mi cabeza. Un manzano silvestre, preferiblemente, así los chicos pueden hacer vino conmigo y emborracharse”.
La frase final fue una declaración de identidad, fiel a su leyenda: “Sobre mi lápida, no tengo ilusiones. Ya lo veo: ‘Ozzy Osbourne, nacido en 1948. Murió, cuando sea. Le arrancó la cabeza a un murciélago’”.

El comunicado de su familia, difundido tras su muerte, confirmó que el músico británico murió rodeado de sus seres queridos: “Con una tristeza indescriptible, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de mucho cariño”.
Aunque no se reveló la causa oficial del fallecimiento, el artista padecía diversos problemas de salud desde hacía años, incluido Parkinson y múltiples cirugías de columna. Su muerte fue apenas 17 días después de su última aparición pública, cuando el 5 de julio se presentó por última vez en vivo durante el evento benéfico “Back to the Beginning”, en el estadio Villa Park de Birmingham. Allí, Ozzy se reunió con los miembros originales de Black Sabbath por primera vez desde 2005.