Este miércoles por la noche, Sol Pérez vivió un cumpleaños completamente diferente a todos los anteriores. Por primera vez, celebró su día rodeada del amor más puro: el de su esposo, Guido Mazzoni, y el de su pequeño hijo Marco, de apenas tres meses.
Sin grandes fiestas ni lujos desmedidos, la conductora y panelista eligió una cena íntima junto a sus más allegados para festejar este nuevo año de vida, sus 32, marcado por la llegada de su bebé y una vida familiar que la tiene profundamente emocionada.
Lejos de los flashes y las grandes producciones, Sol compartió con su círculo más cercano un encuentro cálido, familiar y emotivo. En un restaurante de estilo acogedor, con iluminación tenue y detalles en madera, se la vio sonriente, relajada y feliz, disfrutando de cada momento con su pareja y su hijo en brazos, quien sin dudas el gran protagonista de la velada.

En las imágenes que circularon luego en redes, se la vio a la figura de Telefe junto a su esposo e hijo fundidos los tres en un abrazo tierno, lleno de complicidad.
Marco, vestido con un conjunto de jean y zapatillas deportivas, fue mimado por sus padres durante toda la noche. Sol, por su parte, se mostró natural y radiante, luciendo un look relajado de pantalón chupin oscuro y botas negras, pero impecable.
Una dedicatoria que enterneció las redes
Uno de los momentos más comentados tras el festejo fue la publicación de Guido Mazzoni en su cuenta de Instagram, donde compartió una imagen familiar con una declaración que rápidamente se viralizó por su ternura.
“¡¡Feliz cumple @lasobrideperez!! ¡Siempre juntos! Te amo”, escribió el empresario, acompañando sus palabras con una postal donde se los ve besando a Marco con devoción.

La respuesta de Sol no tardó en llegar: “Te amo mucho, mucho”, comentó ella, en un intercambio que derritió a sus seguidores y cosechó miles de likes en cuestión de minutos. No fueron necesarias más palabras: la imagen hablaba por sí sola.
Un cumpleaños con otro significado
La llegada de Marco cambió por completo la vida de la ex chica del clima. Su día a día ahora gira en torno a la maternidad, y así se reflejó también en este festejo, en el que no hubo shows ni ostentación, sino abrazos, afecto y mucha ternura.

El íntimo festejo por los Sol marcó el inicio de una nueva etapa: la de una mujer que hoy elige la familia como refugio y motor de vida. Quizás sus deseos al soplar la velita de su gran torta algo tuvo que ver con eso.
A juzgar por las imágenes que se viralizaron, el pastel era una enorme chocotorta en forma circular decorada en la superficie con muchas frutillas, arándonos y copos de dulce de leche natural: una exquisitez irresistible.