El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio de 2025 registró un incremento del 1,9% respecto de junio. En términos acumulados, la inflación del año alcanzó el 17,3%, mientras que la variación interanual se ubicó en 36,6%. La cifra, que muestra una tendencia descendente respecto a los niveles registrados en 2024, mantiene sin embargo a la economía argentina entre las más inflacionarias del planeta.
El dato mensual estuvo impulsado principalmente por la división Recreación y cultura, que subió 4,8%, y por Transporte, con un aumento del 2,8%. La división con mayor incidencia en el índice general fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, también con un 1,9%, debido a subas en verduras, carnes y cereales en la mayoría de las regiones. En contraste, las menores variaciones se observaron en Bebidas alcohólicas y tabaco (0,6%) y en Prendas de vestir y calzado, que registraron una baja del 0,9%.
Composición de la inflación
El informe del INDEC detalla que los precios estacionales aumentaron 4,1% en el mes, los regulados 2,3% y el denominado IPC núcleo —que excluye ambas categorías— avanzó 1,5%. En la comparación interanual, los regulados crecieron 42,2%, los estacionales 14,6% y el núcleo 38,9%. El comportamiento de los precios regulados estuvo influido por ajustes en tarifas de servicios públicos y transporte.
En la distribución geográfica, el incremento mensual fue uniforme: las seis regiones estadísticas mostraron variaciones entre 1,7% y 2,1%. La Patagonia registró la tasa más alta (2,1%), impulsada por aumentos en transporte y vivienda, mientras que el Noreste y el Noroeste tuvieron los menores incrementos (1,7%).
Argentina en el contexto internacional
La magnitud de la inflación argentina adquiere una dimensión particular al situarla en el escenario global. Según un relevamiento de Statista, basado en datos del Fondo Monetario Internacional y fuentes nacionales, Venezuela continúa liderando el ranking mundial con una inflación interanual estimada en torno al 172%. Le siguen Sudán (113%), Zimbabue (92,5%), los Territorios Palestinos (51,4%) y Burundi (45,5%).
Otros países con tasas extremadamente elevadas incluyen Haití (44,5%), Surinam (42,7%) e Irán (42,5%). Argentina, con su 36,6% interanual a julio, ocupa el noveno lugar en el ranking global, por encima de Sierra Leona y por debajo de Irán.
En América Latina, la posición de Argentina es menos alentadora. Si se consideran únicamente los países de la región, la economía nacional es la segunda más inflacionaria, superada solo por Venezuela. Sin embargo, si se amplía el análisis a todo el continente, Haití y Surinam también presentan tasas superiores. En cualquier caso, Argentina sigue destacando —negativamente— como una de las economías con mayor inestabilidad de precios.
Una comparación histórica y regional
La inflación de 36,6% interanual registrada en julio representa un cambio significativo respecto a los niveles observados en 2024, cuando la variación de precios superó el 200% en algunos meses. La desaceleración se vincula con una política monetaria más restrictiva, acuerdos de precios en sectores clave y una moderación en la emisión monetaria. No obstante, el nivel actual sigue siendo elevado en comparación con los estándares internacionales: más del triple del promedio regional excluyendo a Venezuela, y muy por encima de las metas inflacionarias de la mayoría de los países sudamericanos, que se sitúan en torno al 3% anual.
En la región, Chile y Perú mantienen inflaciones en un dígito, Brasil ronda el 4%, y México se ubica cerca del 5%. Incluso economías históricamente inestables como Colombia o Paraguay han logrado tasas por debajo del 8% interanual. Esto deja a Argentina en un grupo reducido, junto a Venezuela y a algunos países caribeños, con inflaciones estructuralmente altas.
Desafíos y perspectivas
El reto para la política económica argentina es doble. Por un lado, consolidar la tendencia descendente y evitar que factores estacionales o shocks externos reviertan el proceso. Por otro, lograr que la desaceleración de precios se traduzca en mejoras en el poder adquisitivo, algo que aún no se observa de manera generalizada.
La persistencia de una inflación elevada limita la capacidad de planificación de empresas y hogares, encarece el crédito y reduce la competitividad internacional. En este sentido, el lugar que ocupa Argentina en el ranking mundial no es solo un dato estadístico: es una señal de que, pese a los avances, la estabilidad de precios sigue siendo una asignatura pendiente.
Ranking global de inflación anual (julio 2025)
Rango | País | Inflación interanual (%) |
---|---|---|
1 | Venezuela | ~172,0 |
2 | Sudán | ~113,0 |
3 | Zimbabue | ~92,5 |
4 | Territorios Palestinos | ~51,4 |
5 | Burundi | ~45,5 |
6 | Haití | ~44,5 |
7 | Surinam | ~42,7 |
8 | Irán | ~42,5 |
9 | Argentina | 36,6 |
10 | Sierra Leona | ~37,8 |
Fuente: Statista, FMI e INDEC (julio 2025).