Como era de esperarse, y como lo hacen siempre que visitan el país, el jefe del comando sur bajo la administración de Donald Trump, el almirante Alvin Holsey, embistió contra la República Popular China. Dijo que el Partido Comunista Chino buscaba exportar lo que llamaron «su modelo autoritario».
Holsey habló este miércoles en el discurso inaugural de la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHCOM) que se lleva a cabo en el hotel Hilton de Puerto Madero, con presencia del ministro de Defensa, Luis Petri, y del jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, que tiene a cargo la organización de esta cumbre militar regional.
Petri por su parte también fue contundente aunque no nombró país alguno. Acompañado por el secretario de Relaciones Internacionales, Juan Battaleme y por su jefa de Gabinete, Luciana Carrasco dijo que, por «decisión» y «determinación» del presidente Javier Milei, Argentina había abandonado «la neutralidad» asumiendo una «una posición global activa y de principios: alineamiento con las democracias y el orden internacional basado en reglas; previsibilidad y cumplimiento de compromisos; e interoperabilidad con aliados y socios afines.»
Estos son en primer lugar, Israel y EEUU., como siempre lo ha dicho el propio Javier Milei.
El lunes a la noche, ya en Buenos Aires, Hosley posteó en las cuentas de redes del Comando Sur. «#Argentina es un socio confiable en materia de seguridad para promover los valores democráticos en todo el mundo. Celebramos los esfuerzos de Argentina por fortalecer su relación de defensa con Estados Unidos y aplaudimos el compromiso de Argentina con la modernización de su defensa y la adquisición de cazas F-16 y vehículos blindados Stryker.»
El mismo Petri mencionó este miércoles que el ministerio había iniciado un «proceso de reequipamiento» con la incorporación de los Orion P3 para la Armada, y la adquisición de los caza supersónicos F16 que se le compraron a Dinamarca pero que son estadounidenses. Seis de ellos se espera que lleguen en diciembre. Son 24 en total. Petri habló de la «modernización de nuestra capacidad terrestre con vehículos a rueda no son anuncios aislados», es decir del contrato que ya firmó él mismo con el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, en clara alusión a los Stryker. «Son eslabones de una misma cadena de capacidades que nos prepara para operar conjunta y combinadamente en los dominios que hoy definen la seguridad. Equipamiento moderno, doctrina actualizada y adiestramiento exigente: esa es la ruta que estamos transitando», señaló.
#Argentina is a trusted security partner in promoting democratic values worldwide. We commend the nation’s efforts to strengthen its defense relationship with the United States and applaud Argentina’s commitment to defense modernization and its acquisition of F-16s and Stryker… pic.twitter.com/ndMgOr6ehZ
— U.S. Southern Command (@Southcom) August 19, 2025
Después, habló de «explorar soluciones» basadas en analítica avanzada e inteligencia «para prevenir y responder mejor ante la pesca ilegal y otras actividades que socavan la legalidad y el desarrollo en nuestras aguas y en las de la región». En ese tren se refirió al reclamo de soberanía de las Islas Malvinas, pero no mencionó a China como factor depredación y pesca ilegal, como suele hacerlo Estados Unidos, cuando está comprobado que en el Atlántico Sur también hay numerosos buques españoles, portugueses y saliendo de Malvinas, taiwaneses ávidos de pesca.
Un clásico
Las denuncias contra China de los Estados Unidos ya constituyen parte del manual de los discursos de todo funcionario demócrata y republicano. La potencia asiática es hoy su gran rival y se ha posicionado como un fuerte inversor y un fuerte prestamista en América Latina. También en la Argentina, donde por ejemplo, varios funcionarios de Trump, que lleva poco más de medio año en el poder, han llegado a sugerir que ante el apoyo de los Estados Unidos a Milei en el préstamo que por U$S 20.000 millones concedió el FMI, el gobierno libertario debía intentar deshacerse del intercambio de monedas conocido como swap. Son un equivalente total a U$S 19.000 millones de dólares en remimbíes, que se va renovando por tramos y que Argentina utiliza sobre todo para reforzar las arcas del Banco Central.