Por Romina Chiffel, especialista en real estate premium y broker en RE/MAX Roble @rominachiffel
Cuando pensamos en lujo, muchas veces imaginamos mármol italiano, detalles en roble americano o grandes superficies vidriadas. Pero el lujo, en el mundo inmobiliario actual, va mucho más allá de lo estético o costoso: es una experiencia integral de vida.
Cada vez más personas eligen mudarse a barrios cerrados y desarrollos premium no solo por la propiedad en sí, sino por la calidad de vida que esa elección implica. La pandemia aceleró este cambio de mirada: empezamos a valorar lo esencial. La seguridad, el contacto con la naturaleza, el tiempo en familia, la tranquilidad, el confort diario. Eso es lujo. Y es, también, una decisión financiera inteligente.
El lujo hoy: vivir bien, vivir mejor
Barrios como Grand Bell o Lomas de City Bell ofrecen mucho más que casas de alto estándar. Ofrecen un estilo de vida pensado para disfrutar cada momento, en comunidad, con privacidad y con servicios que mejoran el día a día.
En Grand Bell, por ejemplo, la experiencia incluye canchas de golf, tenis, gimnasio, market interno, senderos verdes, actividades para niños y una fuerte cultura de comunidad. En Lomas de City Bell, las colonias de vacaciones, SUM, canchas deportivas y piletas hacen que todo el año se viva con el mismo espíritu de verano.
Además, ambos barrios cuentan con accesos rápidos a colegios bilingües y centros comerciales, lo que permite combinar vida familiar, laboral y social en un mismo entorno.
Inversión que se habita y se valoriza
Durante los últimos años, los inmuebles de lujo fueron uno de los pocos productos del mercado que no solo sostuvieron su valor, sino que lo incrementaron. En tiempos de incertidumbre, se consolidaron como un refugio de valor estable, tangible y deseado.
Hoy, las propiedades premium en barrios cerrados de La Plata y City Bell se comercializan entre USD 500.000 y USD 1.300.000, con lotes que van desde los 800 hasta los 2.000 m², y construcciones de entre 250 y 600 m².
En cuanto a alquileres temporarios o anuales, la renta mensual puede ubicarse entre USD 2.200 y USD 3.000, cifras que reflejan una demanda sostenida por este tipo de estilo de vida.
Pero más allá del valor económico, estas propiedades ofrecen un diferencial emocional: resguardar el bienestar presente y futuro de la familia. Porque el lujo ya no es tener más, sino vivir mejor.
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