«Tenía ganas de contar por lo que pasamos. Un poco para que le sirva a la gente que tiene que viajar o pasó lo mismo, así siente que uno no está solo». Serio, con su novia al lado, mirando a la cámara del celular, Francisco Urrutia grabó un video que después subió a Tiktok con el título «Inadmitidos en Cancún. Nuestra experiencia» y fue visto más de 2 millones de veces.
Él y Flavia Serri, que está embarazada de 5 meses, son la pareja de cordobeses que planearon sus vacaciones en el principal destino turístico de México y, según cuentan, fueron deportados «sin motivo».
El vuelo de Latam que abordaron el sábado 8 de febrero salió de Córdoba a la mañana e hizo escala en Lima antes de llegar a Cancún, a las 18. Tenían sólo una mochila, porque habían despachado el carry-on y, por un instante, hasta se pusieron contentos de que no había mucha fila para pasar por Migraciones.
«Ya en la parte de pasar los pasaportes, para ir a buscar las maletas, empezamos a ver cosas extrañas. A todos los que venían de nuestro vuelo les hacían preguntas extrañas. A muchos los hacían volverse (en el sentido de retroceder) a buscar cosas, no escuchábamos bien qué. Estábamos tranquilos, porque estaba dentro de lo normal», sigue Francisco, que es cirujano especialista en recuperación capilar.
«Pasamos (a uno de los puestos) era una mujer policía. Nos pide pasaje de ida, de vuelta, las reservas de los hoteles. Teníamos una noche en Cancún, 8 noches en Playa del Carmen y tres noches en Isla Mujeres. La de Cancún y las de Isla Mujeres ya pagas y las de Paya del Carmen las habíamos reservado, íbamos a pagar en el lugar porque nos aceptaban los dólares ahí en ese momento, y nos convenía», detalla el médico.
Le entregan los pasaportes a esa agente de Migraciones, y todo empieza a complicarse, de un momento a otro.
«Mira mucho nuestros pasaportes, mira bien todo, nos pregunta cuánta plata teníamos, le dijimos que 2.000 dólares y dos tarjetas de crédito. Nos pregunta a qué nos dedicamos, le decimos y se va a un lugar con nuestros pasaportes. Vuelve a los 15 minutos y nos dice: ‘Tienen 15 minutos para pagar la reserva o reservar en otro hotel'».
La pareja sale de la fila, se va a un costado a cargar el celular porque Francisco tenía, describe, «muy poquita batería, poca señal y el wifi andaba muy mal», e intenta cumplir con esa exigencia. No fue posible.
«Booking no me permitía pagar, porque yo ya había reservado, no estaba, nunca encontré la opción de pagar. Llamo al lugar (el hotel), les cuento lo que me había pasado, y me dicen: ‘Qué raro, fijate en la aplicación porque nosotros ya no te podemos cobrar’. Ya eran las 7.30 de la tarde. Yo inocente le muestro a la mujer policía que acá estaba el comprobante de que si yo cancelaba me descontaban los dólares que había pagado ya de la reserva.»
Ahí empezó la real «odisea» para estos argentinos, que incluyó que les retuvieran los celulares, los llevaran a una sala de interrogatorios y los hicieran regresar a Córdoba sin vacaciones.
«Viene otra policía, de muy mal trato, de muy mala cara, nos mira con mucho autoritarismo, nos dice: ‘Vengan conmigo’. Nos lleva a una sala de interrogatorio, al estilo película, donde están todos los policías que entran y salen. Había gente pakistaní, brasileros, un montón de gente, y nos hace un interrogatorio una señora que a mí me trató muy mal, porque me decía: ‘A dónde van a ir’. Y yo le decía a Chichen Itzá, a Tulum, a Cozumel, que veníamos a conocer, porque era la primera vez, y me decía: ‘Por qué no compraste (pagaste) el hotel cuando te dio la opción (por la agente de Migraciones)'».
Francisco insistió con que si cancelaba la operación iba a perder la plata de la reserva de esos días en Playa del Carmen. La respuesta desde esa agente del aeropuerto del Cancún fue rotunda: «Me dijo: ‘Ahora te va a salir más caro porque no te acepto en el país’«.

El cordobés, anonadado, la enfrenta: «¿Cómo no me va a aceptar? Si yo no hice nada malo. La mujer le contesta con otra pregunta: «¿Yo dije que estabas haciendo algo malo?». Según su relato, con eso insinuaba que él estaba poniendo palabras en su boca que ella no había dicho.
«Me empieza a tratar muy muy mal y me dice: ‘Andate’. Le digo que yo estaba con mi señora, que está embarazada de 5 meses y no la quiero hacer pasar estrés, que queremos solamente venir a descansar, que por favor. Y dice: «No, acá los que manejamos estos somos nosotros, no son ustedes«.
En medio de esa discusión, Flavia se acerca y recibe una respuesta que también la deja atónita y generó críticas puntuales en las redes: «Vos ya viniste a México». La cordobesa, que en efecto había visitado ese país hace 14 años, le aclara: «No me acuerdo (cómo es México). No era así».
Ante la negativa de dejarlos entrar al país, Francisco se resigna a perder los dólares de la reserva del hospedaje y ruega que le devuelvan el celular para poder pagar el hotel. Tampoco lo dejan.
«El celular queda acá y si vuelven a hablar voy a llamar a Interpol«, escuchan como advertencia. Desde esa sala los llevan a otra, que los argentinos definen como una «cárcel vidriada».
«Entramos ahí y había, no sé, 40 personas, 30, de Guatemala, Perú, Colombia, había dos argentinos, gente de Cuba. Todos igual que nosotros, sentados en el piso en colchones de Educación Física rotos. Nos dieron un papel tipo aluminio para taparnos. Había unos cubanos que nos dijeron que estaban ahí desde hacía 48 horas. Yo le dije a un oficial que mi mujer está embarazada, que no le puede pasar nada y ahí nos trae un sanguchito y una gaseosa. El baño horrible, espantoso.»

A la 6 de la mañana, después de seis horas en esa sala, les avisan que tienen el avión de regreso. «Nos llevan custodiados, con dos policías adelante y dos atrás».
El vuelo de regreso, tal como el original que habían sacado, tenía escala en Lima. Tuvieron que esperar 15 horas en el aeropuerto de la capital de Perú, y sólo pudieron comprar comida en los kioskos, porque era de madrugada y no podían comprar nada en el Free Shop porque no les habían devuelto los pasaportes. La aerolínea Latam les dio un desayuno y un almuerzo.
«Cauando llegamos a Argentina vimos un montón de videos de argentinos a los que les pasó lo mismo, y de gente que dice: ‘Si van a viajar a México por favor lleven todos los pasajes y los hoteles ya pagos, y un itinerario de lo que van a hacer«.
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¿Qué hay que presentar al llegar a México?
Según se lee en la web oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la Embajada de México en Argentina, «México no ha impuesto restricciones de ingreso a su territorio en el marco de la contingencia actual, salvo aquellas determinadas por la Ley de Migración y su Reglamento»
El ingreso a México, explicitan, «está condicionado a la aprobación de las autoridades sanitarias y migratorias en el punto de entrada, las que podrán verificar en todo momento los requisitos establecidos en las disposiciones jurídicas aplicables en el filtro de revisión migratoria».
Las personas de nacionalidad argentina no requieren visa para visitar México por motivos de turismo, «pero deben comprobar los motivos de su viaje ante la autoridad migratoria».
Si la estadía es de hasta 180 días en calidad de «visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas», es decir, por turismo, en el filtro de Migraciones deberán presentar: pasaporte vigente (no se especifica temporalidad de su vigencia) y llenar la FMMd, un formulario que oficia como declaración jurada.
Entre los requisitos que se podrían pedir en esa instancia de Migraciones, la Embajada menciona los pasajes de ida y vuelta y la reserva del hospedaje. En ningún momento se explicita que el alojamiento debe estar pago.
MG