La electricidad se ha convertido en uno de los recursos más valiosos y a la vez más costosos en la vida cotidiana. En tiempos en los que cada kilovatio cuenta, resulta clave entender qué dispositivos elevan la factura de luz y cuáles pueden usarse de manera más eficiente.
En la cocina, un espacio donde conviven múltiples aparatos, se concentran varios de los mayores consumidores energéticos. Si bien el frigorífico o la heladera suelen ser señalados como los principales responsables, estudios recientes demostraron que hay otro electrodoméstico que los supera ampliamente.

Este consumo inesperado no solo encarece el gasto mensual, sino que además triplica lo que utiliza la nevera. La revelación genera sorpresa, ya que se trata de un dispositivo de uso frecuente, pero pocas veces considerado como un “enemigo silencioso” de la factura.
Detectar cuál es el electrodoméstico que más gasta electricidad en la cocina es fundamental para tomar conciencia y ajustar hábitos. Con ello, se puede reducir tanto el impacto económico como la huella energética en el hogar.
El electrodoméstico en cuestión es el horno eléctrico, un aparato muy común en los hogares y que, en comparación, consume tres veces más que una nevera en funcionamiento continuo. La diferencia se explica por la potencia que necesita para alcanzar y mantener temperaturas elevadas durante largos periodos.
Mientras la heladera trabaja con un sistema cíclico, encendiéndose y apagándose para conservar los alimentos, el horno demanda un flujo constante de energía mientras está en uso. De este modo, cada preparación puede implicar un gasto eléctrico considerable, especialmente en cocciones largas.
Un detalle relevante es que, a diferencia de la heladera, el horno no está siempre encendido, lo que lleva a subestimarlo. Sin embargo, cada vez que se utiliza, el impacto es inmediato en la factura. Por eso, quienes cocinan a menudo con este sistema suelen notar un incremento en el consumo mensual.

Este hallazgo pone en evidencia la necesidad de repensar la manera en que se cocina. Usar el horno eléctrico de forma moderada y complementarlo con otros métodos puede marcar una diferencia significativa en el gasto de energía.
Electrodomésticos que más consumen electricidad en el hogar
Más allá del horno, existen otros aparatos que también son protagonistas del alto consumo de electricidad. La placa vitrocerámica, por ejemplo, requiere gran potencia y su uso cotidiano puede elevar el gasto aún más que el microondas.
El lavavajillas es otro dispositivo que se destaca por la energía que necesita para calentar agua, aunque su impacto varía según la frecuencia con que se lo utilice.
Lo mismo ocurre con el secador de ropa, un electrodoméstico que, si bien no suele usarse todos los días, enciende alertas por su demanda energética en cada ciclo.

En la cocina también se debe tener en cuenta al microondas, que aunque consume bastante electricidad por minuto, suele utilizarse en lapsos breves, lo que reduce su peso en la factura mensual. Sin embargo, la suma de todos estos pequeños consumos puede volverse considerable.
Comprender la dinámica de cada aparato permite organizar rutinas de uso más conscientes. Además, con electrodomésticos modernos y de alta eficiencia energética, el impacto puede reducirse notablemente frente a modelos más antiguos.