Un médico se declaró culpable esta mañana en Los Angeles de vender ketamina a Matthew Perry semanas antes de su muerte por sobredosis.

Se trata del Dr. Salvador Plasencia, un médico californiano de 43 años que estuvo en la corte con sus abogados y aceptó los cuatro cargos de distribución ilegal de ketamina, un anestésico con receta médica.
Se paró junto a su abogado y admitió su culpabilidad ante la jueza Sherilyn Peace Garnett. Habló únicamente para responder a las preguntas del juez. Cuando se le preguntó si sus abogados habían considerado todas las posibilidades de declaración de culpabilidad y sentencia en el caso, Plasencia respondió: «Lo han considerado todo».
Anteriormente, se había declarado no culpable, pero a cambio de las declaraciones de culpabilidad, los fiscales acordaron retirar tres cargos adicionales de distribución de ketamina y dos cargos de falsificación de registros.
Los fiscales expusieron los cargos en el tribunal antes de la declaración de culpabilidad y dijeron, como han enfatizado los abogados de Plasencia, que él no vendió a Perry la dosis que mató al actor.

Plasencia es una de las cinco personas acusadas de la muerte de Perry a los 54 años. Presentó la declaración de culpabilidad ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos. en Los Ángeles y podría ser condenado hasta a 40 años de prisión, según la fiscalía.
En un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía, Plasencia admitió haber inyectado ketamina a Perry en su domicilio y en un estacionamiento de Santa Mónica semanas antes de su muerte, y que hacerlo no tenía fines médicos legítimos.
Plasencia, quien dirigía una clínica de urgencias, obtuvo la ketamina de otro médico, Mark Chavez, de San Diego. Según documentos judiciales, Plasencia le envió un mensaje de texto a Chávez sobre Perry: «Me pregunto cuánto pagará este imbécil».
Chávez y otros dos coacusados ya se declararon culpables en el caso. Ninguno ha sido sentenciado aún.
La ketamina es un anestésico de acción corta con propiedades alucinógenas. En ocasiones se receta para tratar la depresión y la ansiedad, pero también es abusada por usuarios recreativos.
Morir a los 54
Matthew Perry, quien murió a los 54 años en Los Ángeles, conoció las luces y el éxito profesional como actor por su interpretación del sarcástico Chandler Bing en la popular serie Friends, pero también debió combatir durante años con su adicción al alcohol y a los calmantes, producto de una profunda depresión.

Ese pasado, que salió a la luz mientras protagonizaba el éxito sin precedentes de Friends junto a David Schwimmer, Matt LeBlanc, Jennifer Aniston, Courteney Cox y Lisa Kudrow, fue admitido por el propio actor en 2015. Entonces aseguró que en sus peores momentos llegó a consumir dos litros de vodka al día y unas 30 pastillas de Vicodin y metadona.
Hablando de la realidad de encarnar al gracioso Chandler mientras lidiaba con la «enfermedad» de la adicción entre bastidores, Matthew señaló que aunque luchó en la vida real, se aseguró siempre de que su personaje «no cambiara».
En su libro autobiográfico Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing (Amigos, amantes y la gran cosa terrible), el artista reveló incluso que no podía «volver a ver la serie» porque podía identificar exactamente qué sustancias había tomado en qué temporadas.

«Tenía por norma no beber ni consumir drogas mientras trabajaba», afirmó Matthew. «Porque respetaba demasiado a las cinco personas con las que trabajaba. Así que nunca me emborrachaba mientras trabajaba», agregó.