Los andenes del metro no pueden tener un sistema de aire acondicionado convencional por la constante corriente de aire que generan los trenes cada vez que entran en la estación. Aún así, las altas temperaturas que se registran en estos días de verano llevan a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) a buscar sistemas de refrigeración que rebajen ni que sea un poco el calor asfixiante que sufren los viajeros en algunas estaciones.
El último invento en formato de prueba piloto se ha instalado en los andenes de Plaça de Sants de la L5, con dos armatostes gigantes que tienen 5.500 metros cúbicos de capacidad en cada extremo del anden. Ambas unidades captan el aire caliente, lo refrigeran con un proceso similar al que hacen los sistemas de aire acondicionado portátiles (los cada vez más populares pingüinos) y lo dirigen hacia un tubo central que recorre el andén de punta a punta por el techo.

El tubo de refrigeración se ha instalado en el techo del andén con unos orificios a través de los que sale el aire
TMB
A través de unos orificios abiertos de forma uniforme a lo largo del conducto se va expulsando el aire fresco sobre el cogote de los viajeros, que llegan especialmente acalorados si han tenido que hacer el inacabable transbordo de la línea 1 a la 5.
Lee también
El transporte público sitúa el tope del termostato a 25 ºC desde hace una década
David Guerrero

El sistema, ideado por la empresa FabricAir, se extenderá en los próximos días también a los andenes de la estación de Catalunya de la L1. Estarán en funcionamiento durante todo el periodo estival, hasta octubre, y luego se valorará si han dado resultado. A la espera de los análisis oficiales, en el andén de Plaça de Sants la percepción es que sigue haciendo calor, pero quizás no tanto como el que haría si no estuviesen funcionando las nuevas máquinas.
Un paso más allá de los ventiladores en Hospital Clínic
Aunque la temperatura no baje mucho, los responsables del proyecto buscan que los viajeros perciban cierto aire fresco en movimiento. Con este sistema se da un paso más en la búsqueda de soluciones que mejoren la sensación térmica en el metro. El año pasado se instalaron unos grandes ventiladores de techo en los andenes de Hospital Clínic, que siguen generando una brisa de aire caliente los días de verano.