El reciente arresto de Erick Moreno, alias ‘El monstruo’, en Paraguay generó repercusión tanto en la prensa local como en los medios peruanos. Moreno, acusado de liderar una organización criminal dedicada al secuestro y la extorsión en Perú, era objeto de una búsqueda por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP). Tras su detención en San Lorenzo, localidad cercana a Asunción, Moreno brindó declaraciones públicas en las que negó su participación en crímenes recientes y aseguró que llevaba dos años viviendo en territorio paraguayo.
En conversación con medios, Moreno resaltó: “Estoy en Paraguay desde hace dos años”, argumentando que su decisión de establecerse en ese país respondió a la necesidad de protegerse de amenazas directas de sus enemigos: “Mis principales enemigos son ‘Jorobado’ y personas con conexiones en la Policía peruana”, sostuvo el detenido durante la comparecencia. Según Moreno, optó por permanecer en Paraguay como medida de resguardo ante presuntos intentos de represalia y conflictos internos en el mundo delictivo de Perú.
‘El monstruo’ se desmarcó de las imputaciones por crímenes recientes en suelo peruano y denunció la supuesta relación de algunos efectivos de la PNP con organizaciones criminales. En palabras del propio Moreno, “hay agentes policiales en Perú que mantienen vínculos con mis rivales y por eso temía por mi vida”.
La apariencia de Moreno fue objeto de análisis por parte de las autoridades debido a los cambios físicos documentados: modificaciones faciales, variados estilos de barba y cabello, e incluso posibles alteraciones de tatuajes, todo con el objetivo de evadir a la justicia. Imágenes y descripciones previas permitieron confirmar su identidad tras la detención, producto de meses de trabajo conjunto entre las policías de Perú y Paraguay.
La captura de Erick Luis Moreno Hernández, alias ‘El monstruo’, considerada una de las más relevantes para las fuerzas policiales del continente, fue el desenlace de una operación regional iniciada meses atrás y liderada por la Policía Nacional de Paraguay en coordinación con Interpol y la Policía Nacional del Perú (PNP). Moreno, acusado de secuestro, extorsión y homicidio, logró evitar la detención durante un largo periodo gracias a su estrategia de no fijar residencia. De acuerdo con el comisario paraguayo responsable del operativo, Moreno nunca permanecía más de quince días en el mismo lugar y solía mudarse tras recibir alertas de movimientos policiales, lo que dificultó su rastreo.
La aprehensión ocurrió en el barrio Lucerito de San Lorenzo, una zona residencial tranquila situada a diez kilómetros de Asunción. Moreno fue sorprendido en una vivienda modesta junto a una mujer identificada como su pareja sentimental. Según narraron las autoridades y periodistas presentes, el detenido mostró sorpresa ante la irrupción policial, limitándose a rendirse de inmediato.
Para concretar el operativo, se desplegaron más de cincuenta agentes durante la madrugada. Se aseguró previamente todo el perímetro para evitar fugas y cualquier resistencia. Fuentes oficiales relataron que, en ocasiones anteriores, filtraciones de información desde Perú permitieron a Moreno escapar en el último momento, lo que contribuyó a que la persecución combinara vigilancia telefónica, cooperación de inteligencia y sigilo absoluto.
El comisario subrayó que el arresto representa un éxito en la colaboración internacional, dado que Moreno es buscado también por autoridades de México, Brasil y Estados Unidos. Actualmente se encuentra bajo custodia en Paraguay, donde aguarda el inicio de los procedimientos legales para su extradición, mientras las redes criminales que dirigía continúan bajo investigación en varios países de la región.