La jornada del miércoles será, sin ninguna duda, definitiva para el oficialismo. Por un lado, la nueva marcha de jubilados tras la desastrosa jornada de la semana pasada; por otro, porque el Gobierno espera pasar en Diputados el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita el acuerdo con el FMI.
En la previa y tras intensas negociaciones, los libertarios lograron dictamen de mayoría en la comisión bicameral para tratar el acuerdo de refinanciamiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional.
En una sesión especial, solicitada por el oficialismo, desde las 10 de la mañana se buscará la validación del DNU.
Durante esta misma jornada y después de la represión de la convocatoria anterior, se espera una nueva movilización en reclamo de la recomposición en las jubilaciones; algo que sucede en la víspera del vencimiento de la moratoria previsional. A partir del 23 de marzo, las personas que no cumplan con 30 años de aportes no recibirán una jubilación, aunque podrán acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor, lo que implica alrededor del 80% de la jubilación mínima.
La movilización anterior dejó múltiples consecuencias políticas y jurídicas, con acusaciones y contraacusaciones por parte del oficialismo y de sectores opositores. Lo más grave aún es la situación del reportero gráfico Pablo Grillo, quien permanece internado. En las últimas horas, su padre confirmó que su estado es estable, considerando lo delicado de su situación, ya que en el marco del operativo de seguridad terminó con una fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica.
La aprobación del dictamen de mayoría no se dio en un contexto ameno para el oficialismo. Allí el problema radicaba en la continuidad de la presidencia del senador Juan Carlos Pagotto, pero la oposición peleaba porque este año, según la regulación, le tocaba presidir la bicameral. El nombre que proponían era el de Nicolás Massot.
La situación era 8 a 8 (votos) hasta que Paoltroni (que había votado a Massot) propuso a Oscar Zago para la presidencia. La propuesta tuvo apoyo de LLA, el PRO y la UCR. Luego, Massot apoyó a Zago y dio final a una primera discusión.
Lo paradójico fue que el diputado Almirón, quien había protagonizado una feroz pelea interna la semana pasada con el propio Zago, terminó dándole su apoyo y logró inclinar la balanza a favor de los libertarios. La vicepresidencia quedó en manos de Víctor Zimmerman, aliado del oficialismo.
Luis Caputo aseguró que «no habrá salto devaluatorio» cuando Argentina elimine el cepo cambiario
Mientras se definía esto, el Partido Justicialista, en el marco de una convocatoria urgente del consejo nacional por el tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia 179/2025, criticó duramente la decisión de avanzar con el traatamiendo del DNU.
Tras el encuentro convocado por Cristina Fernández, titular del partido, expidieron un comunicado apuntando al presidente y a sectores aliados por lo que pudiera suceder en el Congreso.
En el mismo afirman que «Javier Milei pretende eludir el cumplimiento de la Ley 27.612 que obliga al Poder Ejecutivo a remitir al Poder Legislativo el texto completo y final del nuevo acuerdo con el FMI, indicando monto, tasa de interés fijada, fechas de vencimiento y demás condicionalidades».
Entre otras cosas, el escrito planteó que “dicho DNU vulnera el art. 75 de la Constitución Nacional, en cuanto coloca en la cabeza del Congreso de la Nación ‘arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación’”.
Asimismo, se resaltó que “resulta imposible soslayar que esta grave situación se da en un contexto en el que, por responsabilidad ineludible del oficialismo y otros sectores de la «oposición», la República Argentina no cuenta con presupuesto aprobado por segundo año consecutivo, sobre todo teniendo en cuenta que es precisamente en esa Ley de Leyes, en la que el Congreso autoriza al Poder Ejecutivo los montos de endeudamiento”.
Como conclusión, el PJ apuntó a la oposición dialoguista al afirmar que “los diputados y senadores argentinos que voten por la aprobación del DNU le estarían confiriendo a Milei las facultades extraordinarias que son fulminadas con nulidad insanable y absoluta por la Constitución Nacional”.
El comunicado no solo cuestiona el procedimiento, sino que acusa al oficialismo de imponer un acuerdo “a espaldas del pueblo argentino”.
Cristina lidera en PBA y Milei sostiene su apoyo pese a la incertidumbre económica
En esta misma línea, senadores y senadoras de Unión por la Patria (UxP) enviaron durante el martes una carta al Fondo Monetario Internacional (FMI) para expresar su rechazo al DNU 179/25 del presidente Javier Milei.
En ella, no solo plantearon que el DNU incumple la Ley 27.612 de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establece que «todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizado con el Fondo Monetario Internacional, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente» (art.2°), sino que señalaron la inconstitucionalidad del mismo, recordando que la Constitución Nacional, en su art. 75, determina que corresponde al Congreso Nacional: «arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación» (inc.7), y establece que es el Poder Legislativo quien tiene la potestad de aprobar o rechazar tratados y concordatos con las organizaciones internacionales (inc.22).
Más allá de esta postura, desde UxP no pueden afirmar que no se fragmente el voto en esta jornada. Incluso, a pesar de la presión de Cristina, los gobernadores protegen —como se ha visto— sus propios intereses y podrían apoyar (una vez más) el polémico DNU de Milei.
Aunque Caputo trató de calmar las expectativas de un movimiento en el tipo de cambio, el mercado especula con una corrección. En la city confirman que, incluso aunque se niegue, en el directorio del FMI evalúan la situación política de Argentina y cuál es la estrategia del oficialismo para tender puentes.
Si el DNU se aprueba, se espera que se conozcan más detalles de lo que hasta el momento se presenta como un discreto acuerdo, mientras el mercado y el FMI seguirán de cerca el desenlace.