Un monumento a pocos metros del Estadi Olímpic de Montjuïc recuerda desde el 2001 al atleta Hwang Young-Cho, ganador del oro olímpico en la maratón en Barcelona en 1992. Fue un obsequio del gobierno de la Provincia de Kyonggi como muestra de amistad y para conmemorar una medalla muy especial, considerada la primera en esta categoría atlética por Corea del Sur. Sin embargo, la escultura esconde la historia de que en realidad fue el segundo atleta coreano en obtener el oro en una maratón olímpica, después de que en 1936 la ganara Shon Kee-Chung, aunque no compute por hacerlo bajo la bandera de Japón.
Kee-Chung ganó la maratón de los Juegos de Berlín. Era el primero obtenido por un atleta coreano, pero lo hizo dentro de la delegación japonesa, dado que Corea seguía entonces bajo dominio nipón. El monumento de Montjuïc no hace ninguna mención a este deportista, a pesar de que tuvo mucho que ver con la medalla de Barcelona, por haber entrenado a Young-Cho, al que protegió durante su carrera.
El monumento en recuerdo de la gesta deportiva está ubicado muy ceca del Estadi Olímpic
Xavi Casinos
Japón ocupó en 1910 el territorio coreano, que convirtió en colonia hasta la rendición en 1945 al final de la Segunda Guerra Mundial. Por esta razón, la medalla de Kee-Chung no pasó a formar parte del palmarés olímpico de Corea del Sur. De hecho, el ganador de la maratón de 1936 fue inscrito en aquellos Juegos Olímpicos como Son Kitei, el equivalente japonés a su nombre natal. Lo mismo ocurrió con Nam Sung-Yong, que obtuvo la medalla de bronce en la misma prueba.
Lee también
El monumento consiste en un conjunto de rocas simuladas. En una de ellas, se puede observar la silueta de Hwang Young-Cho en acción de correr. También incluye un poema que resalta la amistad de Corea con Catalunya y otro relieve de dos manos entrelazadas en signo de fraternidad. Sin embargo, omite toda mención a Kee-Chung, que tras su medalla en Berlín fue un símbolo para la lucha por la independencia de su país. En una comparecencia ante la prensa tras ganar el oro reivindicó su nacionalidad coreano, lo que los intérpretes japoneses se negaron a traducir. El diario Dong-a Ilbo fue clausurado durante nueve meses por publicar una foto del atleta con la bandera borrada.
Posteriormente, trabajó para la federación coreana de atletismo y se dedicó a entrenar. En 1948, fue el abanderado de la primera delegación olímpica de Corea, y en Seúl 1988, introdujo la llama en el estadio. Falleció en noviembre del 2002 a los 90 años.





