En 2026, un país de América Latina se proyecta como una de las economías de mayor crecimiento del mundo, y el factor clave detrás de este impulso es la explotación de petróleo. Se trata de una nación que hasta hace pocos años pasaba desapercibida en los mapas económicos, pero que ahora se posiciona como un caso único de dinamismo en la región.
Las proyecciones indican que su Producto Interno Bruto (PIB) podría aumentar más de cinco veces el ritmo de crecimiento de sus vecinos más cercanos, superando incluso a economías más grandes y tradicionales de América Latina, como Brasil y México.
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El país de América Latina camino a ser en una de las 10 economías de mayor crecimiento del mundo en 2026: el petróleo será clave
Se trata de Guyana, su crecimiento se debe, principalmente, al descubrimiento y explotación de vastas reservas de petróleo en la costa atlántica del país. La llegada de inversiones extranjeras a este país de América Latina, especialmente de empresas multinacionales del sector energético, ha acelerado el desarrollo de infraestructura, creación de empleos y generación de riqueza.
Además, las políticas gubernamentales de esta nación de América Latina han logrado mantener una inflación controlada y una deuda pública manejable, lo que ha contribuido a la estabilidad macroeconómica necesaria para sostener el crecimiento a largo plazo.
Guyana
El país de América Latina que asombra al mundo por su rápido crecimiento
El petróleo no es solo un recurso: es el motor que permite a Guyana transformarse en un referente económico emergente. Se espera que para 2026 el país ingrese al top 10 de economías de más rápido crecimiento en el mundo, un logro histórico para una nación que aún enfrenta desafíos sociales y de infraestructura.
Este caso demuestra cómo la combinación de recursos naturales estratégicos, inversiones externas y políticas económicas sólidas puede cambiar radicalmente el panorama de un país en poco tiempo.
Guyana se prepara para convertirse en la gran sorpresa económica de América Latina, mostrando que el desarrollo sostenido y el aprovechamiento responsable de los recursos naturales pueden posicionar a una nación emergente en el escenario global.