El crecimiento económico en Sudamérica ha sido históricamente volátil, con períodos de auge seguidos de crisis financieras. En el contexto actual, el Banco Mundial advierte que la región enfrenta múltiples desafíos que podrían limitar su desarrollo en los próximos años. Entre ellos, la incertidumbre política, las tensiones comerciales, la inflación persistente y los efectos del cambio climático se presentan como obstáculos clave para el crecimiento sostenido.
Si bien la economía mundial parece estabilizarse en una tasa baja, las economías emergentes y en desarrollo, que incluyen a la mayoría de los países sudamericanos, avanzan más lentamente en términos de ingresos per cápita en comparación con décadas anteriores. Sin cambios estructurales significativos, muchas de estas naciones podrían tardar mucho más en alcanzar niveles de vida similares a los de países desarrollados.
Factores que afectan el crecimiento en la región
El crecimiento económico en Sudamérica está influenciado por una combinación de factores internos y externos. Entre los más relevantes, se encuentran:
- Dependencia de materias primas: muchas economías sudamericanas siguen dependiendo en gran medida de la exportación de recursos naturales como petróleo, gas, minerales y productos agrícolas. Las fluctuaciones en los precios internacionales de estas materias primas impactan directamente en su crecimiento.
- Inflación y políticas monetarias: varios países han enfrentado altos niveles de inflación, lo que reduce el poder adquisitivo de la población y afecta el consumo interno.
- Inversión en infraestructura y tecnología: la falta de inversión en sectores clave como la infraestructura, la manufactura y la innovación limita el potencial de crecimiento a largo plazo.
- Factores externos: la desaceleración de la economía global, las tensiones comerciales y la incertidumbre en los mercados internacionales afectan el comercio y la inversión extranjera en la región.
El país sudamericano con el menor crecimiento en 2025 y 2026
Dentro de este panorama, el Banco Mundial ha identificado que Bolivia será el país sudamericano con el menor crecimiento en los próximos dos años, con un avance económico de solo 1,5% en 2025 y 2026.
El bajo crecimiento económico de Bolivia responde, en gran parte, a la reducción en su producción de gas natural, lo que ha disminuido sus ingresos por exportaciones y afectado la inversión en el sector energético. Además, el aumento de la inflación ha reducido el poder adquisitivo de la población, limitando el consumo y el crecimiento del mercado interno.
Otro factor que ha influido en este desempeño es la falta de inversión en infraestructura y en sectores estratégicos como la minería y la industria manufacturera. Sin estos elementos, la capacidad de generar empleos y dinamizar la economía se ha visto restringida.
Proyecciones de crecimiento para el resto de Sudamérica
Aunque algunos países experimentarán un crecimiento moderado, otros muestran signos más positivos. En términos generales, el Banco Mundial prevé que el crecimiento en Sudamérica se mantendrá por debajo del promedio global del 2,7%. Sin embargo, algunos países destacan con perspectivas más favorables.
Colombia, por ejemplo, espera un crecimiento del 3% en 2025 y 2,9% en 2026, impulsado por la recuperación del consumo y la inversión privada. Paraguay, por su parte, registrará un crecimiento del 3,6% en ambos años, beneficiado por su sólido sector agrícola y su industria hidroenergética.
Por otro lado, países como Ecuador y Perú tendrán un crecimiento moderado, con tasas de entre 2% y 2,5% en los próximos años. Aunque ambos han enfrentado desafíos económicos recientes, sus sectores productivos han mostrado resiliencia, permitiéndoles evitar una desaceleración más pronunciada.
¿Qué necesita Sudamérica para impulsar su crecimiento?
Para mejorar su desempeño económico a largo plazo, Sudamérica debe adoptar estrategias que permitan fortalecer su desarrollo. Algunas de las acciones clave incluyen:
- Diversificación económica: reducir la dependencia de las materias primas y fomentar la industrialización y la tecnología.
- Estabilidad macroeconómica: aplicar políticas que reduzcan la inflación y generen confianza en los mercados financieros.
- Inversión en infraestructura: mejorar el acceso a transporte, energía y telecomunicaciones para impulsar la productividad.
- Apertura comercial: fomentar acuerdos comerciales que amplíen el acceso a mercados internacionales.
- Sostenibilidad y resiliencia climática: adoptar estrategias que mitiguen los efectos del cambio climático y promuevan el desarrollo sostenible.
Un futuro incierto, pero con oportunidades
A pesar de los desafíos económicos que enfrenta Sudamérica, la región cuenta con un gran potencial para impulsar su crecimiento en los próximos años. La clave estará en la capacidad de los gobiernos y el sector privado para implementar políticas que fomenten la inversión, la diversificación productiva y la estabilidad macroeconómica.
Si bien algunos países mostrarán un desempeño más sólido, otros enfrentarán mayores dificultades para crecer. Sin embargo, con las medidas adecuadas, la región podría superar sus limitaciones y avanzar hacia un desarrollo más equitativo y sostenible.