En un momento donde muchos países latinoamericanos experimentan signos de recuperación y expansión económica, uno de ellos parece haberse detenido en seco. Con una expectativa de empleo alarmantemente baja, este país no solo enfrenta obstáculos internos, sino que también se aleja de las tendencias positivas de sus vecinos. Este análisis revela las claves de un fenómeno preocupante que marca un contraste cada vez más visible con el resto de la región.
Un futuro laboral en pausa: qué revela el informe más reciente
Argentina se posiciona como el país con las peores expectativas de creación de empleo en América Latina, según los datos más recientes recopilados por ManpowerGroup. La Encuesta de Expectativas de Empleo (ENE) para el segundo trimestre de 2025 muestra un preocupante 0% en la expectativa neta de contratación. Esto quiere decir que, en promedio, no se espera que haya una variación positiva en el número de empleos ofrecidos por las empresas durante ese período.
Este estancamiento contrasta fuertemente con algunas proyecciones macroeconómicas que auguran un crecimiento del producto bruto de hasta el 5% para el mismo año. Sin embargo, ese optimismo económico aún no encuentra correlato en el mercado laboral. Las compañías, lejos de expandirse, optan mayormente por mantener sus estructuras actuales o incluso reducirlas.
El informe revela que un 25% de los empleadores planea aumentar su plantilla, mientras que un 23% prevé recortes. El 44% restante no anticipa cambios en su equipo. Aunque puede parecer un equilibrio, el resultado neto da como resultado un cero absoluto en expectativas de generación de empleo.
¿Estabilidad sin impulso? Las señales mixtas del mercado argentino
Luis Guastini, presidente de ManpowerGroup Argentina, explicó que si bien el entorno empresarial muestra cierta estabilidad tras meses de incertidumbre, esta aún no se traduce en una voluntad concreta de contratar. De hecho, señaló que Argentina lleva más de una década con expectativas de empleo muy por debajo de los promedios regionales y globales.
“Hemos llegado a tener cifras positivas, pero nunca superiores al 5 o 6%. Esto es considerablemente menor que lo que se observa en otros países de la región y del mundo”, subrayó Guastini.
Entre las causas del bajo entusiasmo por contratar se destacan la débil demanda local, la baja competitividad exportadora y la falta de incentivos para ampliar las operaciones. Estos factores generan un contexto de cautela extrema en el sector privado, donde muchas decisiones se posponen a la espera de una recuperación más tangible y sostenida.
El espejo latino: cómo se compara Argentina con sus vecinos y líderes mundiales
La diferencia se vuelve aún más notoria cuando se comparan las cifras de Argentina con las de países como Estados Unidos y México. Según la misma encuesta, la expectativa neta de empleo en EE.UU. alcanza un sólido +34%, mientras que México muestra un alentador +33%. Incluso naciones más pequeñas como Costa Rica y Canadá superan el +30%, reflejando una tendencia global hacia la reactivación laboral.
De los 42 países evaluados por ManpowerGroup, 41 proyectan un incremento en sus contrataciones. La excepción es Argentina. Este dato no solo es simbólico, sino que también representa una señal de alarma sobre el aislamiento que enfrenta el país en términos de dinamismo laboral.
Sectores como Tecnología de la Información y Finanzas muestran algo de optimismo en el país, pero en contraste, áreas clave como Sanidad y Ciencias de la Vida reportan una caída pronunciada en sus expectativas de contratación. El resultado es un mapa laboral fragmentado, donde el progreso se ve limitado a nichos muy específicos.
¿Qué puede cambiar el rumbo? Claves para entender lo que viene
Aunque el panorama actual luce poco alentador, hay factores que podrían modificar el escenario en los próximos meses. Reformas estructurales, incentivos a la inversión privada y mejoras en la competitividad podrían abrir nuevas puertas para el empleo. Sin embargo, estas medidas requieren voluntad política, estabilidad macroeconómica y confianza del sector privado.
Por ahora, la brecha entre las promesas de crecimiento y la realidad del empleo sigue ampliándose. Argentina se encuentra en un punto de inflexión, donde cada decisión puede marcar la diferencia entre continuar en el estancamiento o comenzar una lenta pero firme recuperación del mercado laboral. ¿Se animará el país a dar ese salto?
