“La trata de personas es una realidad dolorosa y persistente: millones de personas, familias enteras, hombres y mujeres—sobre todo mujeres y niñas—viven esta tragedia”, afirma Carmen Ugarte García, coordinadora de Talitha Kum en la región.
La también coordinadora de la Comisión contra la Trata de Personas de la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR) acaba de estar con el Papa Francisco en una audiencia en la Casa Santa Marta junto al equipo internacional de esta iniciativa de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) para luchar contra este crimen.
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Los datos avalan sus palabras. Según el “Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022” de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que entre 2017 y 2020 recopiló estadísticas oficiales de casos detectados en 141 países, incluyendo varios de América Latina, más del 50% de las víctimas de trata a nivel mundial proceden de esta región.
Además, el 80% de las víctimas de trata latinoamericanas son mujeres y niñas, siendo la explotación sexual la forma más común de este delito.
“El Papa Francisco aprovecha cada oportunidad que tiene para hablar de esta plaga, de la esclavitud, de la vulnerabilidad, y siempre invita a mirar a los otros con ojos de misericordia y ayudar, no solo mirar, es decir, convertir esa compasión en acción, que es lo que lleva realmente a obras y acciones concretas para nuestros hermanos y hermanas”, explica a ACI Prensa.
De hecho, desde el 2015, el Pontífice ha impulsado la lucha de Talitha Kum contra el tráfico de personas estableciendo la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, que el sábado 8 de febrero celebrará su XI edición.
“Es una oportunidad para visibilizar esta realidad global. El Papa nos ha delegado la responsabilidad de organizar esta jornada, y cada año renovamos nuestro compromiso de dar esperanza a las víctimas”, asegura Ugarte.
En América Latina la explotación sexual es actualmente la forma más común de trata. Pero además muchas jóvenes también son obligadas a trabajar en “condiciones de esclavitud en el campo, fábricas, tiendas y corporaciones transnacionales con salarios miserables y sin derechos laborales”, recalca.
El crimen organizado juega un papel clave en este delito, controlando redes de explotación y captación de víctimas, especialmente en el contexto de la inmigración. “Es en el trayecto donde los migrantes son captados”, explica Ugarte. “Les quitan sus documentos, su dinero, y los obligan a involucrarse en actividades criminales o a ser explotados laboral o sexualmente”, agrega.
Las redes sociales: una nueva trampa para las víctimas en América Latina
El uso de las redes sociales para la captación de víctimas se ha disparado en los últimos años, especialmente durante la pandemia. Plataformas como Instagram y otras redes permiten a los tratantes acercarse a jóvenes con falsas promesas. “Alguien le da like a su perfil, empiezan a conversar, se hacen pasar por amigos, y poco a poco la van envolviendo en una red de trata”, advierte Ugarte.
El problema no solo radica en la captación, sino en la explotación digital. Muchas jóvenes son obligadas a realizar actividades degradantes a través de plataformas virtuales. “Aunque parezca que estar detrás de una pantalla es seguro, la realidad es que muchas terminan siendo obligadas a hacer cosas horribles”, señala la coordinadora de Talitha Kum en América Latina.
El papel de Talitha Kum: prevención y acompañamiento
Talitha Kum trabaja sobre todo en el campo de la prevención y el acompañamiento de las víctimas. “Nuestra misión principal es la prevención”, enfatiza Ugarte. “Visitamos centros educativos, grupos parroquiales y otros espacios donde podemos informar a los jóvenes, que son los más vulnerables”, agrega.
Además de la prevención, la red proporciona apoyo directo a las víctimas. Existen casas de atención y acogida en distintos países de América Latina como Perú, Argentina y Bolivia, donde las sobrevivientes reciben asistencia y les dan herramientas para reconstruir sus vidas.
Talitha Kum también trabaja en la incidencia política, colaborando con otras organizaciones y redes católicas como la Red CLAMOR y el Observatorio Latinoamericano.
En algunos casos, han logrado apoyo gubernamental para la protección de víctimas y el seguimiento de denuncias. “En México, por ejemplo, logramos que dos chicas fueran protegidas y uno de los proxenetas fue sentenciado”, comenta Ugarte.
La consagrada de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor detalla que hay ciertas señales que alertan de que una persona puede estar siendo víctima de trata porque suelen mostrar señales de miedo, silencio o aislamiento. “Muchas tienen posturas corporales reservadas y evitan hablar por temor a represalias”, explica Ugarte.
El acompañamiento es fundamental para que las víctimas confíen en que pueden recibir ayuda sin poner en peligro su vida o la de sus seres queridos.“Muchas son amenazadas con que les harán daño a su familia si hablan sobre su situación”, manifesta.
El trabajo de Talitha Kum se fortalece con la colaboración de instituciones gubernamentales y organizaciones civiles. “Vamos dando pasos, vinculándonos con otras redes y gobiernos para hacer denuncias y acompañar los procesos legales”, explica Ugarte.
La importancia de los jóvenes en la lucha contra la trata
Uno de los esfuerzos más recientes de Talitha Kum es la Red de Jóvenes Embajadores, un proyecto que comenzó en Asia y que se ha expandido a América Latina. “Desde 2022 hemos formado jóvenes líderes que se involucran en la prevención, sensibilización y apoyo a sus pares en riesgo”, comenta la monja.
En este sentido, la participación de los jóvenes es clave para generar un cambio social y político en la región. A través de programas de formación y acción comunitaria, los jóvenes se convierten en protagonistas de la lucha contra la trata.
Un llamado a la acción
La trata de personas “no es un problema aislado, sino una crisis global que requiere la acción conjunta de la sociedad, las instituciones y los gobiernos”, señala Ugarte.
En este sentido, la ayuda del Papa Francisco es fundamental: “Nos trasmite esperanza en que es posible erradicar la trata de personas”, concluye Ugarte.
Audiencia con el Papa Francisco en la Casa Santa Marta del Vaticano
Durante la audiencia, que se ha desarrollado en la Casa Santa Marta, el Pontífice les instó a convertirse en “mensajeros de esperanza” para otros que están en dificultades.
“La trata es un fenómeno global que se cobra millones de víctimas y no se detiene ante nada. Siempre encuentra nuevas formas de infiltrarse en nuestras sociedades, en todas las latitudes”, denunció.
De este modo elogió la labor de Talitha Kum al tiempo que pidió no aceptar que tantas hermanas y tantos hermanos “sean explotados de una manera tan ignominiosa”.
“El comercio de cuerpos, la explotación sexual, incluso de niños y niñas, y el trabajo forzoso son una vergüenza y una violación gravísima de los derechos humanos fundamentales”, enfatizó.