Fue su primera salida desde que fue elegido tras dos días de cónclave. También se dirigió al santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genezzano, en las afueras de Roma.

Foto: Handout/AFP.
El papa León XIV acudió ayer sábado a rezar ante la tumba de Francisco, su antecesor, poco después de visitar por sorpresa el santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, en las afueras de Roma, en su primera salida desde fue elegido tras dos días de cónclave.
El pontífice, muy cercano a Francisco, acudió a la basílica romana de Santa María la Mayor, donde está enterrado Jorge Bergoglio por su expreso deseo, para rezar en privado ante su tumba, según medios.
León XIV fue recibido con aplausos y gritos de ‘Viva el papa’ de los presentes en el templo antes de arrodillarse y rezar en silencio antes la tumba de Francisco, fallecido el pasado 21 de abril a los 88 años.
A su regreso de Genazzano, el vehículo en el que viajaba el papa entró en el recinto de la basílica a través de una entrada lateral, protegida por una verja, y después Robert Prevost se desplazó al interior, donde una banda tocó el himno pontificio, según las mismas fuentes.
La visita de León XIV a la tumba de Francisco se produce después de que esta mañana, en un encuentro con los cardenales que le eligieron el pasado jueves como nuevo pontífice, les instase a seguir la “valiosa herencia” de Francisco y subrayase la importancia del “cuidado amoroso de los débiles” y el diálogo “valiente”.
Tras la reunión con los cardenales, el papa visitó el santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en Genazzano, donde fue ovacionado por cientos de personas que se mostraron muy “emocionados”.
El pontífice llegó poco después de las 16.00 hora local (14.00 GMT) para “una visita privada” al santuario, que está “regentado por los religiosos de la Orden de San Agustín” y “alberga una antigua imagen de la Virgen, querida por la Orden y por la memoria de León XIII”, indicó la oficina de prensa de la Santa Sede.
Agencia EFE
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