El paseo de Gràcia se había consagrado desde hace tiempo como el escenario mejor y más espectacular para la celebración de toda suerte de desfiles; no me refiero a los militares, que también, sino a los de marcado signo popular y ciudadano.
La Rambla había quedado, pues, desestimada sobre todo por su angostura.
El pintor Serra, el escultor Viladomat y el dibujante Opisso participaban en el jurado calificador
El Carnestoltes, la Festa de Primavera o la Festa Florida se convirtieron en formidables citas y lugar de encuentro para una multitud de ciudadanos de la más variada condición; el espectáculo ofrecido había de agradar a todo el mundo.
A mediados de abril de 1934 se repitió de nuevo la espectacular celebración de la Festa Florida. Se trataba de concurrir en un desfile de vehículos a lo largo de un circuito corto, pero circular, entre la calle Aragó y la avenida Diagonal, lo que permitía ofrecer visibilidad óptima en ambos costados del amplio paseo.
Este vehículo inscrito en el concurso de 1934 mereció ganar el tercer premio
PÉREZ DE ROZAS / IMAGEN CEDIDA POR EL ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA
Tanto eran aceptados camiones como carruajes familiares de primeras marcas extranjeras o automóviles. Lo obligado era otorgar el protagonismo a las flores; en la mayoría de los casos llegaban a ocultar por completo el vehículo. Resultaba agradecido que mandara una variedad total, merced a la inventiva de cada concursante.
Se habían inscrito más de medio centenar de participantes. El paseo de Gràcia aparecía inundado de gente, hasta el extremo de que era imposible caminar cerca de las fachadas.
En el centro de la calzada se había instalado una gran tribuna para el jurado encargado de otorgar los premios en metálico. El primero estaba dotado con tres mil pesetas. En el mencionado Jurado, además de las habituales autoridades y el jefe de ceremonial Manuel Ribé, figuraban el escultor Josep Viladomat, el dibujante Ricard Opisso y el pintor Joan Serra. La mencionada tribuna era tan grande que permitía situar a quienes habían de amenizar con un escogido repertorio de piezas musicales, la Banda Municipal en formato reducido.
Presidía el alcalde Carles Pi i Suñer, acompañado por su esposa e hija.
Una vez terminado el desfile oficial, los componentes del jurado se retiraron a deliberar en el vecino hotel Majestic.
Era de agradecer que la propuesta de celebrar este desfile otorgara todo el protagonismo a la flor, que en su variedad interminable cobraba una relevancia espectacular.
