Este martes, a primera hora y en vivo en Sería Increíble, el ciclo de streaming de OLGA, Gimena Accardi eligió contar su verdad sobre el final de su relación con Nico Vázquez. Frente a miles de espectadores, la actriz se sinceró como pocas veces lo hizo y reconoció que durante los 18 años de vínculo con el actor hubo una infidelidad de su parte.
Lo que reveló, sin embargo, no quedó ahí. Además de asumir la equivocación, Accardi se detuvo a hacer un pedido suplicante: que los rumores que circularon en las últimas horas cesen de inmediato, porque están dañando a personas que no tienen ninguna relación con lo sucedido.
«Necesito que esto frene», dijo mirando a cámara con seriedad. Su aclaración tenía un destinatario único: las versiones que apuntaron a su excompañero de obra Andrés Gil, pareja de Cande Vetrano, como supuesto tercero en discordia. Accardi fue categórica: “Es mentira y eso necesito aclararlo porque se está ensuciando gente que no tiene nada que ver, gente que es familia”.
La actriz explicó que su matrimonio con Vázquez ya estaba quebrado cuando se produjo su desliz, aunque reconoció que fue “la gota que rebalsó el vaso” para tomar la decisión definitiva de separarse. “Estuve mal, le pedí perdón en mil idiomas. Ya está. Fui perdonada y nuestra relación sigue siendo de respeto y de amor, como lo fue durante 18 años”, aseguró.

En un gesto de transparencia poco común, Gime habló incluso de la identidad del hombre con el que cometió la infidelidad. “No es más que esto. Una persona random que no tiene nada que ver con el medio, ni intenten hurgar, ni la sigo en Instagram, desapareció, (fue) un desliz absoluto, una idiotez de la cual estoy arrepentida”, expresó.
Pero fue insistente en su ruego: “Por favor pido que eso se frene porque hay una familia sufriendo al otro lado que está siendo manchada y que no tiene nada que ver en esto. Gracias”, enfatizó, con la voz quebrada por la angustia.
La actriz reconoció que abrir su intimidad la expone a críticas y comentarios en redes sociales, algo que no desconoce. “Dicho esto, estoy muy dolorida, sobre todo por haberlo lastimado a Nico, y dolorida porque también se inventan cosas que no son ciertas y, por supuesto, una catarata de odio social y en redes”, explicó.
Accardi aclaró que, aunque cometió un error, lo que no está dispuesta a permitir es que terceros inocentes sean señalados sin pruebas. “Todo lo otro me hago cargo, lo estoy diciendo acá, mirando a cámara cuando no debería ni decirlo, pero lo digo porque me voy a hacer cargo y porque ya está, ya se dijo y bueno, soy humana y lo más rasa y básica posible que comete errores como cualquiera”, resumió en su mea culpa.
Su descargo, sincero y frontal, se transformó en un pedido para detener el linchamiento mediático que puede arrastrar a quienes no tienen nada que ver. Gimena asumió su responsabilidad, pero pidió, con la misma fuerza, que no se inventen historias que destruyen a otros.
Con esta declaración, la actriz no solo blanqueó la crisis que marcó el final de su relación con Nico Vázquez, sino que también buscó poner un límite a la voracidad en los medios para proteger a las familias y colegas que no deben cargar con culpas ajenas.