Tras las elecciones legislativas de este 26 de octubre, el concejal peronista Darío Méndez, realizó un balance de los resultados tanto a nivel nacional como local, con una lectura crítica sobre la coyuntura política, el contexto internacional y los desafíos de su espacio de cara a los próximos años.
En primer lugar, Méndez destacó su respeto por la decisión de los tandilenses: dijo que «saludo a quienes ganaron en la ciudad de Tandil porque soy muy respetuoso de la voluntad popular».
Como primera lectura, señaló una problemática persistente: «se sigue sosteniendo la baja participación, ahí para quienes somos opositores a este gobierno hay una explicación para ver por qué el peronismo no puede canalizar la totalidad de esa bronca de quienes no van a votar».
El dirigente local analizó también el marco general de la campaña, que -según su mirada- se planteó de forma extremadamente polarizada: «es clarísimo que hubo un direccionamiento de la campaña como si fuera un balotaje, con dos opciones claras. El presidente jugó muy fuerte y tuvo el apoyo del presidente de la primera potencia mundial. Pocas veces se ha visto a un presidente de EE.UU. inmiscuirse tanto en unas elecciones y como intervino en el mercado de capitales. Mucha gente se ha movilizado por ese miedo que trataron de difundir desde el gobierno, que si perdía esto se iba de las manos».
Méndez consideró que, pese a ese despliegue, «pusieron todo lo que tenían y sacaron menos que en el balotaje, con dos años de gobierno donde no han tenido grandes resultados», y advirtió que «cuando esto pase, se disipe más allá de las pasiones, vamos a darnos cuenta de lo caro que nos va a salir este gobierno a los argentinos».
En el plano local, vinculó los resultados con la reconfiguración de los espacios tradicionales: «analizando la elección de septiembre, el radicalismo ahora no tenía representación y es claro dónde fueron esos votos. Diez puntos fueron directamente a LLA. La clave está ahí, faltó la representatividad de un sector que ha sabido gobernar a los tandilenses los últimos 25 años».
Para Méndez, la polarización continúa siendo el eje de la política argentina: «es lo que se viene sosteniendo los últimos 25 años en Argentina. Gira mucho en torno al peronismo o antiperonismo. El antiperonismo se reagrupa en cualquier figura que se ponga en frente, más claramente ahora que lograron alinear a Macri con Milei».
De cara al futuro, consideró que el rumbo del oficialismo nacional será determinante para el tablero político: «hay que ver cómo son estos dos años que le faltan al gobierno, si logra mejorar la situación, sino el peronismo debe reconstruir la representatividad sobre todo en los sectores que no están yendo a votar».
Consultado sobre la implementación del nuevo sistema de Boleta Única de Papel, el referente local señaló que «para el votante peronista no es buena, porque siempre, sobre todo las personas mayores, han ido a votar con la boleta desde su casa. Puede servir para los partidos chicos. No sé si es buena o no. Tiene sus costados malos, quienes votaron a LLA, votaron a un tipo que bajó su candidatura por sus contactos con el narcotráfico».
Finalmente, analizó el impacto de los resultados en la figura del dirigente local Gonzalo Santamarina: «la lectura lineal diría que lo favorece. Yo creo que no, porque si saca 52 puntos ahora y él sacó 35 la anterior siendo candidato. Se puede hacer la lectura que es mal candidato, no lo sé. Hay que tener presente también al radicalismo: si tuviese una expresión con peso, sigue el escenario de tercios. Conociendo el voto tandilense, va a depender de lo que hagan por Tandil».
