Mientras el calendario electoral avanza con rapidez, el Partido Justicialista llevará adelante este martes una reunión clave para comenzar a delinear su estrategia de cara a las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires. La cita será en la histórica sede de la calle Matheu y contará con la participación de dos sectores centrales: el encabezado por Máximo Kirchner, actual presidente del PJ bonaerense, y el que lidera Sergio Massa desde el Frente Renovador.
Según se explicó desde el entorno organizador, el encuentro tendrá un carácter jurídico y formal, y su objetivo principal será avanzar en la inscripción de una alianza. La propuesta, impulsada por Massa, es que el nombre del espacio que figure en la boleta sea simplemente «peronismo», dejando de lado denominaciones anteriores como “Frente de Todos” o “Unión por la Patria”, en pos de una identidad más directa y reconocible por el electorado.
Por parte del sector de Kirchner, se designó a Facundo Tignanelli como encargado de supervisar la reunión, mientras que el Frente Renovador nombró a Rubén Eslaiman. También participarán representantes legales de ambos espacios, como Gerónimo Ustarroz y Patricia García Blanco por el PJ, y Eduardo Cernul y Sofía Vanell por el FR.
Uno de los grandes ausentes será el espacio político que responde al gobernador Axel Kicillof. Desde la organización explicaron que el Movimiento Derecho al Futuro no fue convocado a esta primera etapa por no constituir un partido político tradicional, sino una agrupación, como ocurre también con otras expresiones como La Cámpora o el Movimiento Evita. No obstante, adelantaron que en una segunda fase sí se invitará a todas las organizaciones.
A pesar del intento de avanzar en unidad, dentro del justicialismo reconocen que el proceso no será sencillo. Las tensiones surgidas tras la condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner aún no se disipan del todo, y en los distintos sectores hay recelos respecto al manejo de las definiciones. Algunos representantes del oficialismo bonaerense deslizaron que la convocatoria limitada del martes no es una buena señal y temen que no se cumpla con el compromiso de abrir el diálogo más adelante para debatir la conformación de las listas.
En paralelo, desde los equipos de la expresidenta remarcan que Cristina se mantiene activa y atenta al proceso electoral, aunque su situación judicial continúa siendo motivo de preocupación. Esta semana se espera una resolución sobre la posibilidad de que pueda recibir visitas en su domicilio, más allá de las permitidas actualmente.
Mientras tanto, el reloj electoral no se detiene y el 9 de julio se presenta como el primer gran hito: el plazo para inscribir alianzas vencerá ese día, y el 19 del mismo mes será la fecha límite para presentar las listas definitivas. La carrera ya empezó, pero la unidad dentro del peronismo todavía parece lejana.