La Secretaría de Integración Regional del Partido Justicialista advirtió sobre intervenciones políticas, económicas y militares en la región y señaló riesgos para la soberanía y la seguridad.
La Secretaría de Integración Regional del Partido Justicialista (PJ) nacional, que conduce Cristina Kirchner, difundió un comunicado en el que expresó su “enérgico rechazo” a la injerencia del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos internos de países de América Latina y el Caribe. En el texto, el PJ reafirmó su compromiso con la soberanía y la independencia de los Estados y cuestionó una profundización de prácticas que, según sostuvo, buscan reinstalar lógicas coloniales en la región.
El documento, difundido este sábado por la tarde, tiene como telón de fondo el despliegue militar y los ataques bélicos del país del norte en territorrio marítimo venezolano, bajo la escusa de la lucha contra el narcotráfico; algo que ahora el propio presidente Donald Trump avisó comenzaría a efectuarse por tierra.
En mensaje de X, el partido tomó nota y señaló que, en los últimos meses, estas acciones se dieron en un contexto de intensificación de las disputas geopolíticas y de un intento por “reactualizar la Doctrina Monroe y la Doctrina Roosevelt”. En relación con la Argentina, el comunicado condenó “la intervención del embajador Lamelas en debates estrictamente internos”, el respaldo explícito del presidente Trump a Javier Milei durante las elecciones de medio término y el condicionamiento de ayuda económica al resultado electoral.
Para el PJ, estas conductas “constituyeron una afrenta directa a nuestra soberanía” y respondieron a “una lógica de tutelaje”.
Comunicado de la Secretaría de Integración Regional del Partido Justicialista??
REPUDIO A LA INJERENCIA DE ESTADOS UNIDOS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Reafirmamos nuestro compromiso con la soberanía y la independencia de los Estados, y rechazamos enérgicamente los intentos…
— Partido Justicialista (@p_justicialista) December 13, 2025
En el plano regional, el pronunciamiento hizo referencia a la situación de Venezuela y denunció un aumento de la presión por parte de Washington mediante “amenazas y maniobras abiertamente intimidatorias”, entre ellas operaciones militares en el Caribe y el cierre del espacio aéreo. También mencionó “ejecuciones extrajudiciales en aguas internacionales cercanas a Colombia y Venezuela”, que, según el texto, “rompen directamente las reglas del derecho internacional”, y las vinculó a años de bloqueos y sanciones económicas.
El comunicado sumó además advertencias sobre “amenazas de intervención territorial” en Colombia y México bajo el argumento ya mencionado del combate al narcotráfico, así como denunció la intervención en las elecciones presidenciales en Honduras. Según el PJ, estos hechos forman parte de un “patrón de intervención política, económica y militar” orientado a reinstalar relaciones de subordinación y dependencia en la región.
En ese marco, el partido remarcó que América Latina y el Caribe son “una zona de paz” y sostuvo que defender ese principio implica rechazar la militarización y toda forma de tutela externa. También reafirmó que la paz y la cooperación deben basarse en “el respeto irrestricto a la soberanía, la igualdad entre los Estados y la no injerencia en los asuntos internos”, principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y en la tradición diplomática argentina.
El pronunciamiento del peronismo tiene lugar en un contexto de creciente preocupación a nivel mundial por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, algo que es ya una estrategia de permanente de Trump. Es que el líder de ultra derecha busca reforzar su control sobre rutas comerciales clave, en una región que concentra importantes recursos naturales, entre ellos los de Venezuela, país que posee las mayores reservas mundiales de petróleo y gas natural, además de minerales estratégicos y agua. Las violaciones a los derechos humanos del gobierno de Nicolás Maduro, sumado al narco, sirven al patrón del norte para disfrazar sus acciones.
Ejemplo de esta intromisión fue el traslado de un helicóptero HH-60W Jolly Green II de la Fuerza Aérea estadounidense a Puerto Rico, desplegado en la antigua base naval de Roosevelt Roads. De acuerdo con evaluaciones militares, este tipo de aeronaves se utiliza para misiones de recuperación de personal en entornos hostiles y suele instalarse cuando se prevé un aumento sostenido de operaciones aéreas. Su incorporación es interpretada como un indicador de planificación a mediano y largo plazo.
Por esto, distintos analistas advierten que una presencia militar permanente de Estados Unidos podría modificar la dinámica de seguridad regional, al consolidar capacidades de control, vigilancia y respuesta rápida sobre el espacio marítimo y aéreo del Caribe. Este escenario genera tensiones diplomáticas y políticas y afecta a las economías locales, altamente dependientes del turismo y el comercio marítimo.
En ese marco, el Partido Justicialista llamó a los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe a sostener una posición “firme, coordinada y solidaria” frente a cualquier intento de condicionamiento externo y concluyó que “defender la soberanía es defender la libertad y la dignidad de nuestras naciones”.

