Banco Central (BCU)cerró ayer sus “Jornadas Anuales de Economía” con el “plato fuerte” de la participación de Federico Sturzenegger, ministro de Transformación del Estado de Argentina y expresidente del Banco Central de ese país (2015-18); junto a Gabriel Galípolo, presidente del Banco Central de Brasil; Carlos Carvallo, presidente del Banco Central de Paraguay; y como anfitrión, Guillermo Tolosa, presidente del BCU, quien moderó la conversación sobre los desafíos de la política económica de estos cuatro países integrantes del Mercosur ante la incertidumbre externa.
Originalmente, el programa de las Jornadas preveía un discurso solo de Sturzenegger. Eso generó críticas dentro de sectores del Frente Amplio y finalmente se dio el citado panel. El BCUno aclaró las razones detrás del cambio.
Uno de sus mensajes más contundentes —de Carvallo— fue que “hay que tener la casa en orden” —ésto es, la institucionalidad, la deuda controlada, las expectativas y metas de inflación alineadas—, para estar preparados ante los embates externos, ya sean los “tarifazos” del gobierno de Donald Trump, los impactos de las guerras, o los movimientos de los precios internacionales, entre otros.
Las sacudidas en Argentina
Sturzenegger aclaró de entrada que los mayores desafíos de Argentina, a diferencia de los otros países mencionados, no vienen del exterior, sino que son internos. “Ustedes ya nos conocen”, dijo en forma irónica sobre los acontecimientos de su país.
Sin embargo, en medio de la complejidad argentina que la caracteriza, Sturzenegger lanzó una especie de final de la película de gestión, al decir que “Argentina va a tener superávit fiscal y libertad económica”.
El ministro destacó así que “lo que hizo Javier (Milei) es importante: se redujo el gasto público cinco puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en un mes y, además, el PIB creció 6%. La reducción del gasto, lejos de generar un efecto recesivo como muchos anunciaban, generó un efecto expansivo”, agregó.
“También aumentó la popularidad de Javier, porque cuando se baja el gasto cinco puntos, se bajan los impuestos cinco puntos”, fundamentó. “La estabilidad económica y el equilibrio fiscal es un mantra para nosotros”, redondeó.

Buena parte de su discurso estuvo dedicado a arremeter contra los burócratas y las regulaciones, refiriéndose a casos concretos sobre cómo su gobierno ha ido desmontando esos sistemas que, a su entender, no sólo eliminan eficiencias, sino que favorecen privilegios.
“Las regulaciones no nacen de un planificador benevolente; muchas veces son resultado de pujas de intereses que sólo hacen daño”, afirmó Sturzenegger, a colación de una regulación sobre el control de la aftosa en animales, que ataba la política sanitaria a una vacuna que la tenía solo un laboratorio en Argentina. Descubierto ésto, Milei arremetió en su contra, contó. En otro momento de su charla, se jactó no de “simplificar” las regulaciones, sino de “desmontarlas”.
“Cuando liberamos el mercado de los alquileres, los precios cayeron 30%”, contó. Y quebrando otra lanza a favor de la desregulación, resumió: “generalmente cuando se liberan los mercados, los precios bajan 30% o más”.
“Las fallas del mercado no son un cheque en blanco que justifica la regulación”, apuntó Sturzenegger, acotando que los mercados cuentan con mecanismos para resolver las asimetrías que surgen.
El llamado “ministro de la motosierra” también destacó que “quitamos el 15% de los empleados del sector público, sin afectar los servicios”, y que 12 millones de argentinos salieron de la pobreza por las nuevas políticas en el primer año de Milei.
Asimismo mencionó una regulación que prohibía el servicio de Internet satelital en algunas zonas del territorio argentino, que Milei quitó “para beneficio de los usuarios”; y el caso de las exportaciones de sandías que estaban limitadas por un problema local burocrático de empaque. “Como si el burócrata supiera más del negocio y la exportación que el productor”, lanzó.
Desde el comienzo de su gestión a la fecha, el gobierno argentino ha eliminado unas 8.100 regulaciones, procesos que consideró innecesarios y redundancias, según detalló.
El discurso de Sturzenegger fue colorido en ejemplos y, de cara al futuro, insistió en que “tenemos la lucha de mantener el equilibrio fiscal”, haciendo alusión a cómo proyectos de Milei se han tirado para atrás desde lo político. Uno de los próximos focos es que el Estado argentino tiene competencias que deben ser de las provincias. “Pero eso va a cambiar”, remarcó.
En Brasil Y Paraguay
Galípolo, por su lado, explicó cómo Estados Unidos, a través de la política de choque con los aranceles, quiere reducir su problema de déficit comercial, sin perder la centralidad del dólar.
A pesar de los presagios, últimamente las expectativas de inflación para EE.UU. están cambiando y ya no se habla tanto de una “espiral al alza”, lo que incidirá en otros países.
En ese marco, afirmó que Brasil ha subido la tasa de interés, más como política interna que por razones externas.
Lo cierto es que, según Galípolo, la economía brasileña lleva cuatro años consecutivos creciendo por encima de lo esperado y la tasa de inflación, que aún está por fuera de la meta, “empieza a bajar lentamente”.
“No nos resulta fácil explicar cómo, con una tasa de interés del 10%-15%, el desempleo en Brasil es el más bajo de la historia, ¿cómo es posible?”, se preguntó Galípolo, adjudicando el hecho a las transferencias sociales que han potenciado la economía, entre otros factores.

Leonardo Mainé. El País.
Ante una pregunta de Tolosa, Galípolo explicó cómo funciona el sistema de pago instantáneo Pix, creado por el Banco Central de Brasil, que opera desde 2020, con la virtud de acelerar el desarrollo económico del país. Ambos destacaron la importancia de las soluciones de la digitalización en los sistemas de pago como motores económicos.
Ante otras innovaciones en Brasil, como el proyecto Drex, que es una estructura de tokenización de activos y depósitos, Tolosa comentó: “El Estado se sale del medio y el efecto es positivo y hasta revolucionario”.
En esa línea, Carvallo compartió que Paraguay, que ha llegado a una economía estable y con instituciones creíbles, según dijo, ahora se enfoca en unas 30 reformas que apuntan a potenciar su mercado local para atraer más inversionistas del exterior. Esas reformas incluyen, precisamente, mejoras en los sistemas de pagos.