Mauro Icardi vuelve a estar en el centro de la escena, y no precisamente por su carrera futbolística. El delantero del Galatasaray presentó un escrito ante la Justicia argentina para pedir algo que sorprendió a todos: quedarse más tiempo con sus hijas, Francesca e Isabella, durante su estadía en el país. El documento, que fue revelado por Guido Záffora en el programa El Diario de Mariana (América TV), generó un fuerte revuelo mediático y abrió un nuevo capítulo en el conflicto con Wanda Nara.
Según trascendió, el pedido fue presentado por sus abogadas Elba Marcovecchio y Lara Piro ante el juez Adrián Hagopian. En principio, Icardi solicitó un día más para prolongar la convivencia con las niñas, pero dejó abierta la posibilidad de extender la estadía hasta fin de mes. El futbolista debía devolverlas el próximo lunes, pero argumentó que su estado emocional depende de ellas y que el Galatasaray estaría dispuesto a darle permiso para permanecer en Argentina.
Sin embargo, el juez no recibió la solicitud con buenos ojos. ¿El motivo? Detectó incumplimientos graves en las condiciones previamente establecidas: las niñas no asistieron al colegio ni a la psicóloga, algo que había ordenado para preservar su rutina y bienestar. Este detalle encendió las alarmas y podría complicar aún más la situación legal del jugador.
El reencuentro entre Icardi y sus hijas se produjo el 11 de noviembre, después de casi cinco meses sin verlas. El delantero las llevó a su casa en Nordelta y compartió momentos que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Incluso se lo vio paseando con ellas y la China Suárez, lo que desató una ola de comentarios y críticas por la ausencia escolar de las niñas.
Este pedido judicial no solo refleja el deseo de Icardi de recuperar tiempo perdido con Francesca e Isabella, sino también la tensión creciente con Wanda Nara, quien hasta ahora había mantenido la custodia principal. La empresaria, que atraviesa su propio proceso mediático y personal, no se pronunció públicamente sobre la solicitud, pero todo indica que la disputa por la tenencia podría intensificarse.
Mientras tanto, el juez Hagopian analiza los argumentos y las pruebas presentadas. ¿Le permitirá quedarse más tiempo? ¿O impondrá sanciones por los incumplimientos detectados? Lo cierto es que este episodio deja en evidencia que el conflicto familiar entre Icardi y Nara está lejos de resolverse y que cada movimiento se convierte en noticia.
Por ahora, Mauro disfruta de cada minuto con sus hijas en Argentina, mientras espera la decisión judicial que definirá si podrá prolongar esta convivencia o si deberá regresar a Turquía antes de lo previsto. Un pedido que, más allá de lo legal, expone la fragilidad emocional de un padre que busca recuperar su lugar en la vida de sus niñas.
