En la tercera semana de marzo, los alimentos registraron un incremento del 2,4 por ciento, la suba más importante en un año, según un informe de la consultora LCG. Si se toman las últimas cuatro semanas, el aumento acumulado alcanza el 3,4 por ciento, lo que evidencia un repunte en la inflación de este rubro clave en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Luego de un período de relativa estabilidad, los precios de los alimentos experimentaron una fuerte aceleración, coincidiendo con el debate sobre una posible devaluación en el marco de las negociaciones entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La dinámica inflacionaria comenzó a mostrar cambios desde febrero, con fluctuaciones en las primeras semanas del mes y un repunte marcado en marzo.
El análisis de LCG detalla que, mientras la primera y segunda semana de marzo mostraron incrementos menores del 0,8 y 0,1 por ciento respectivamente, en la tercera semana se produjo un alza del 2,4 por ciento. El informe señala que esta aceleración se dio tras una semana con casi nula variación, sugiriendo la aparición de nuevos factores que impulsaron los precios.
Entre los productos con mayores aumentos se encuentran carnes y lácteos, con un incremento del 5 por ciento en las últimas cuatro semanas, representando el 70 por ciento del alza del rubro alimentos. Además, el azúcar, miel, dulces y cacao subieron un 4,2 por ciento; los condimentos un 3,1 por ciento; y los lácteos y huevos un 2,5 por ciento, todos por encima de la inflación reportada por el INDEC.
La escalada en los precios de los alimentos ocurre en un contexto en el que medios internacionales comienzan a cuestionar la metodología utilizada por el Gobierno para medir la inflación. Mientras tanto, el impacto en el poder adquisitivo sigue siendo una preocupación central para los consumidores.