El puerto de Barcelona, la mayor infraestructura de transporte y logística de Catalunya, es clave para la competitividad de las empresas de una macrorregión que se extiende por el Ebro y el sur de Francia. Su principal función es dar servicio a las empresas de este territorio, tanto para obtener los productos que necesitan como para exportar los que producen a otros mercados, por ello apuesta por ser un centro de salida y de llegada de mercancías más que, como hacen otros puertos, actuar como punto de transbordo. Al final, la actividad portuaria beneficia al conjunto de la población.
La dotación de espacios adecuados para atender las necesidades de los operadores y su ampliación para que pueda haber más son, junto a las actuaciones medioambientales, las líneas de acción prioritarias. Los excelentes resultados económicos de los últimos años, que consolidan al puerto de la capital catalana como el primero de España, le han permitido tener músculo para encarar nuevas inversiones. En el 2024 batió un nuevo récord, con una cifra de negocio de 200 millones de euros y unos beneficios netos de 63 millones. Así, este 2025 se prevé que sea el de mayor número de licitaciones de obras desde el 2001 que comportan la activación de proyectos por valor de 332,5 millones.
La descarbonización de la actividad es uno de los objetivos centrales, con el objetivo de formar parte de las futuras rutas verdes marítimas internacionales
Entre los proyectos más destacados están los nuevos puntos de traque, con 124 millones, la fase 4 del muelle Adossat, en el que se concentra toda la actividad de cruceros, con 60 millones y que recibirá 6 millones más para la superestructura de la terminal G; y la fase 1 de los recintos del muelle Catalunya, que en el futuro acogerá contenedores, con otros 94 millones.
La descarbonización de la actividad es uno de los objetivos centrales del puerto de Barcelona, con el objetivo de formar parte de las futuras rutas verdes marítimas internacionales. Así, otro ámbito de actuación destacado es el de la electrificación de los muelles, enmarcado en el plan Nexigen, que destinará 16 millones para la nueva infraestructura de media tensión en el muelle Adossat y 14,5 millones a la fase 1 de las instalaciones para recargar los cruceros, una infraestructura que se prevé tener lista en el 2027 de manera que estos grandes buques puedan alimentarse de electricidad cuando estén amarrados en el puerto.
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Finalmente, los futuros accesos ferroviarios, que son otra actuación fundamental para la descarbonización ya que permitirá pasar cargas de la carretera al tren. Este año se les prevé dedicar 18 millones, en concreto al nodo de acceso y a la fase 1 de la terminal Nou Llobregat.