-¿Entonces usted es uno de los 250 amantes que, se dice, tuvo María Bernardina de las Mercedes Bolla Aponte de Murano?
-Sí…, aunque en verdad nunca se sabrá la cantidad. De la misma manera que la condenaron por tres crímenes y se dice que en realidad hubo más.
Lo expresa José Giménez Zapiola -según sus conocidos-, El Purre -según el resto del mundo-, desde esa joven candidez que pulsea con su fecunda trayectoria, la misma que a la fecha incluye una década de carrera, alimentada por un álbum de estudio, siete películas, diez series y quince obras de teatro.
“CUANDO ME LLAMÓ EL DIRECTOR Y ESCUCHÉ ‘LA ENVENENADORA DE MONSERRAT’, YA ESTABA SUBIDO AL PROYECTO”
“Nunca había laburado con Mariano (Hueter, el director), pero lo seguía por Instagram. Hasta que un día él se conectó conmigo: “¿Cómo andás, loco, ¿todo bien?… Hay un personaje que pensé para vos… ¿Viste la historia de Yiya Murano, La envenenadora de Monserrat?”, me mandó y cuando terminé de escuchar aquel apodo tan famoso, supe que me subiría al proyecto”, admite.
El Purre no tan purrete ya cuenta, entonces, que pronto se le vino a la mente aquella frase de “la que mató a sus amigas invitándolas a tomar el té y contaminando las masas”, más un recuerdo del episodio de La cruda en el que Migue Granados había entrevistado a Martín, el hijo de la primera asesina serial condenada en Argentina. “Apenas recibí los libros y vi que mi personaje era el de un militar mucho más joven de ella, me puse a investigar todo más profundamente. A partir de ahí ya sólo quedaba estudiar el guion y rodar”, admite el palermitano nacido un 1º de abril de 1997. “Y sí, me encantó el desafío, aunque se sumaron un par de yapas…”.
-¿Yapas?
-Sí: comprobar la calidad del elenco que integraba el ciclo y saber que saldría por Flow fueron la frutilla del postre. También…
-¿También?
-Descubrir que el ochenta por ciento de mis escenas serían con Julieta (Zylberberg), alguien grosa en serio.
DE SER EL AMANTE DE LA INSENSIBLE YIYA MURANO, A CONVERTIRSE EN EL MARIDO DE LA ROMÁNTICA MALENA RATNER
No bien GENTE le consulta sobre su relación con los policiales, un género que aún no había abordado, El Purre reconoce que, “para arrancar, es mi preferido, el que más miro. Yo, que soy de los que se quedan dormidos mirando televisión, con los policiales no me pasa. ¡Es que me genera una gran curiosidad!, ¡¡me atrapa!! A mí los policiales me hacen sentir una especie de detective. Son insoportables desde el buen sentido, porque arriesgo “es este”, “no, es este”…
-El tema con Yiya es que ya se conoce el desarrollo e incluso el final…
-Claro, todos sabemos cómo termina el cuento, por lo que el mayor desafío de fue atrapar al público aún sabiéndolo, conociendo la información histórica que hasta llegó a los tribunales. ¿Y cómo lo logró el director? Graficando, poniéndole imágenes que no se habían visto a una historia conocida. Para mí ahí está la fuerza de esta serie. En revelar esa intriga, desandar de qué manera sucedió lo que sucedió.
-Señala que es fanático de los policiales. ¿Los dos títulos que más le gustaron?
-Hay muchos, muchos, muchos. De las últimas series, Atrapados, también de Mariano Hueter, con Soledad Villamil, por ejemplo. Y agregá la película Los sospechosos de siempre (1995, de Bryan Singer). Igual, más allá de las que nombré, como te dije, elegiría directamente el género… Y el de Yiya Murano es el primer policial en el que participo. Imaginate cómo estoy. ¡A partir de ahora su amante va a llevar mi rostro (juega a taparse la boca, mientras ríe, quien el último 11 de noviembre se casó con la actriz Malena Ratner).
Fotos y video: Gentileza Prensa de Flow
Agradecemos a Greta Toukatli
