A poco tiempo de anunciar oficialmente su separación de Keith Urban, con quien estuvo casada durante 19 años, Nicole Kidman volvió a ocupar titulares internacionales. Es que en medio de un proceso de reacomodamiento emocional y personal, la actriz ganadora del Óscar tomó una decisión drástica e inesperada que no sólo confirma que su vida dio un giro total, sino que también repercutirá directamente en la dinámica de su familia.
Según reveló el Daily Mail, Kidman se encuentra culminando formalmente la residencia en Portugal. El trámite se habría iniciado en julio pasado ante la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA), y lo más llamativo es que se realizó a título personal, sin la firma ni mención alguna de Urban en la documentación presentada.
Esta jugada dejó entrever que la actriz está planificando un futuro independiente, lejos de los Estados Unidos, donde vivió durante las últimas dos décadas, y donde su ahora exesposo planea seguir radicando.
Cabe mencionar que, según se confirmó, el músico australiano adquirió una nueva casa en Estados Unidos, en la que ya se encuentra instalado desde antes del anuncio oficial de la ruptura de su matrimonio.

Nicole Kidman y su persistencia con irse a Portugal: ¿Venganza o duelo?
La tajante decisión de Nicole Kidman por mudarse a Portugal podría significar un duro golpe emocional para Keith Urban, ya que sus dos hijas menores, Sunday Rose y Faith Margaret, vivirían junto a su madre fuera del país.
Esto implicaría una distancia geográfica importante entre Urban y sus hijas, un desafío inesperado para la familia que durante años intentó mantenerse unida pese a los compromisos profesionales de ambos.

De hecho, el propio Urban dejó entrever esta sensación de aislamiento durante el estreno de su nuevo reality musical, The Road, donde por primera vez habló públicamente tras confirmarse la ruptura. Allí reflexionó sobre la vida itinerante del artista y la soledad que suele acompañar el éxito.
Aunque evitó mencionar a Kidman de manera directa, sus palabras fueron interpretadas como una descripción transparente del momento personal que atraviesa: lejos del hogar, emocionalmente vulnerable y en plena transición familiar.
Un nuevo capítulo como mujer soltera
De concretarse la mudanza, este sería el primer invierno de Kidman en solitario tras su separación. Fue en septiembre cuando la actriz presentó la solicitud de divorcio en un tribunal de Los Ángeles alegando “diferencias irreconciliables”. La ruptura sorprendió a la industria del entretenimiento, ya que la pareja había sido considerada durante años como uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood.
Durante su relación, Kidman y Urban construyeron una cartera inmobiliaria impresionante, valuada en más de 280 millones de dólares, con propiedades en Sidney, Nueva York, Tennessee y Beverly Hills. Sin embargo, la decisión de radicarse en Portugal demuestra que la actriz está dispuesta a reconfigurar su vida desde cero, incluso si eso implica dejar atrás su legado inmobiliario en Estados Unidos.

En una reciente entrevista con Harper’s Bazaar, la actriz habló sobre cómo enfrenta emocionalmente esta nueva etapa: «He visto mucho, he experimentado mucho y he sobrevivido a mucho. A medida que envejezco, quiero poder compartir y transmitir lo que he aprendido. Hay algo en saber que, sin importar cuán doloroso sea algo, hay una salida«.
Sus palabras reflejan un momento de resiliencia y empoderamiento personal, que se traduce ahora en acciones concretas: una mudanza inesperada, una decisión migratoria definitiva y la construcción de una nueva vida lejos de su pasado reciente.